En cualquier ámbito de la vida parece incongruente decir que alguien ha sido el más afortunado y, a la vez, el que más mala suerte ha tenido, pero la historia de este soldado fue una correlación de dichas y desdichas difíciles de repetir. Esta es la historia del coreano Yang Kyoungjong.
En la playa de Utah, el día 6 de junio de 1944, día del Desembarco de Normandía, el ejército estadounidense capturó cuatro soldados con rasgos asiáticos que vestían uniforme del ejército alemán. Tras el interrogatorio se supo que tres eran japoneses y uno coreano. ¿Qué hacían luchando en Francia con el uniforme de la Wehrmacht? y, sobre todo, ¿cómo habían llegado hasta allí?
Uno de aquellos soldados era Yang Kyoungjong, nacido en 1920 en la provincia de ShinWuijoo, en la actual Corea del Norte, por aquel entonces perteneciente al Imperio japonés. Después de ocupar Corea a comienzos del siglo XX, los japoneses comenzaron a dirigir sus ambiciones territoriales hacia la Unión Soviética. En agosto de 1939, pocas semanas antes de que Hitler y Stalin invadieran Polonia, la Unión Soviética y Japón libraron una enorme batalla de tanques en Jaljin-Gol, en la frontera con Mongolia, y Yang estaba allí reclutado a la fuerza por el ejército japonés. Fue hecho prisionero e internado en un campo de prisioneros soviético.
En 1942, los soviéticos se encontraban inmersos en su lucha contra Alemania. Mermados tras la Operación Barbarroja, estaban necesitados de más efectivos para su ejército, por lo que Yang, junto con otros varios miles de prisioneros, fue reclutado forzosamente por el Ejército Rojo y enviado al frente europeo oriental.
En 1943 fue capturado por soldados de la Wehrmacht en Ucrania, durante la tercera batalla de Kharkov y, de nuevo, fue enviado a un campo de prisioneros. Durante su cautiverio, Yang se las apañó para conseguir demostrar que era coreano y, como Corea pertenecía al Imperio japonés, él era aliado de los alemanes. Le vistieron con uniforme alemán y le reclutaron en una unidad de prisioneros de guerra y desertores soviéticos para luchar por el Führer. Yang, formando parte del que sería su último ejército, fue enviado a Francia, sirviendo en un batallón ubicado en la península de Cotentin, en Normandía. El 6 de Junio de 1944 (Día D), Yang se encontraba en posiciones defensivas cercanas a la playa de Utah, donde fue capturado por paracaidistas aliados. Los estadounidenses pensaron que se trataba de un japonés con uniforme alemán y le enviaron a un campo de prisioneros de guerra en el Reino Unido, de donde fue liberado al finalizar la guerra en 1945.
Marchó a vivir a EEUU, donde murió el 7 de abril de 1992. La sorprendente historia de Yang Kyoungjong fue desvelada por una publicación coreana en diciembre de 1992, pocos meses después de su muerte. Yang no solamente había sido obligado a combatir en tres ejércitos diferentes (mala suerte), sino que también logró sobrevivir a tres campos de prisioneros (el más afortunado).
En 2011 se estrenó la película My Way, un drama bélico dirigido por le director surcoreano Kang Je-gyu basado en la vida de nuestro protagonista.
[…] entrada El soldado más afortunado y, a la vez, con más mala suerte de todos los que lucharon en la Segunda… se publicó primero en Historias de la […]
ES algo similar a lo acontecido conRoque Saenz Peña en la guerra del Pacífico. Se alistó en el ejército peruano boliviano procurando la muerte y salvó su vida transformándose en un héroe de enorme prestigio como relato enunciado ensayo de mi autoría.
Muy buena la historia, que yo jamas la había escuchado, Yang el afortunado, y su valor y confianza en si mismo, para sobrevivir y adaptarse