Con la decadencia del mundo medieval, ocurrida a lo largo del siglo XV, en Europa se buscó el retorno a los valores de la cultura clásica grecorromana, comenzaba el Renacimiento. Aunque también se produjo una renovación en el mundo de las ciencias, el principal baluarte y exponente del Renacimiento lo hallamos en el campo de las artes. Dejando atrás el sistema feudal, comenzaría a emerger una nueva clase social, la burguesía, que pondría los cimientos del capitalismo y una economía mercantil, y sería la abanderada de un movimiento cultural e intelectual a mediados del XVIII, la Ilustración. Este movimiento culminaría con la Revolución Francesa (Liberté, égalité, fraternité) y la Revolución industrial. Desde esta nueva sociedad, completamente diferente a la impuesta por reyes, nobles y clero durante el Medievo, es fácil «vender» la Edad Media como una época oscura, de ignorancia y barbarie. Y, lógicamente, crear mitos atribuidos a este tiempo, como el cinturón de castidad y el derecho de pernada.
Cinturón de castidad.
En la versión más extendida sobre los cinturones de castidad los caballeros ponían estos artilugios a sus damas para proteger su “más preciado tesoro” y, así, partir tranquilos y concentrarse en la batalla. Estos artilugios, normalmente metálicos y más propios de instrumentos de tortura, se colocarían entre los muslos de la mujer y tenían dos orificios que permitían evacuar la orina, las heces y la sangre menstrual, pero impedían la entrada de osados visitantes.
Otras versiones, no tan novelescas, van tomando cuerpo y niegan su existencia basándose en las dificultades de movimiento o incluso para sentarse y, sobre todo, en las laceraciones o úlceras con infecciones que podía acarrear el uso durante largo tiempo (las guerras podían durar meses o incluso años) de estos accesorios femeninos. Es más, se cree incluso que podrían ser utilizados por las propias mujeres, en versiones más llevaderas y durante cortos espacios de tiempo, para protegerse de las frecuentes violaciones durante los acuartelamientos de soldados o en travesías de mar.
Derecho de pernada.
La expresión derecho de pernada (en latín Ius primae noctis, «derecho de la primera noche») se refiere a un presunto privilegio o derecho feudal por el que los nobles tenían potestad de pasar la noche de bodas con la mujer de sus vasallos, y que el esposo podía evitar mediante pago si el señor consentía.
Es verdad que en la Edad Media existía el formariage o servidumbre matrimonial, una cantidad que se pagaba al señor por el siervo o sierva que se casaba y cuya cuantía dependía de si el otro contrayente pertenecía o no al mismo feudo. Y también es verdad que los señores feudales tenía la potestad de decidir en numerosos asuntos de la vida de sus siervos y sobre sus posesiones, y por ello los abusos de todo tipo estaban a la orden del día en esta relación de vasallaje o servidumbre próxima a la esclavitud. Por tanto, al señor feudal no le hacía falta invocar derechos para cometer abusos, incluidos los sexuales, e irse de rositas.
Algunos creen ver una confirmación de dicho derecho en la Sentencia arbitral de Guadalupe (1486), promulgada por el rey de Aragón Fernando II y que ponía fin a la Guerra de los Remensas en Cataluña, cuando dice…
[…] ni tampoco puedan [los señores] la primera noche que el campesino prende mujer dormir con ella o en señal de señoría la noche de las bodas de que la mujer será echada en la cama pasar encima de aquella sobre la dicha mujer.
Recordemos que la Guerra de los Remensas en Cataluña estalló en respuesta a los derechos de servidumbre y las prácticas abusivas a los que fueron sometidos los campesinos catalanes (payeses) por parte de los señores feudales, sobre todo por la llamada remensa –se consideraba que los payeses estaban vinculados a la tierra que trabajaban y, por tanto, podían ser vendidos o heredados con ella, y la única forma de liberarse era asumiendo el pago de un rescate llamado remensa-. La Corona, por aquello de «liberar a los oprimidos» y, sobre todo, por limitar el poder de la nobleza, hizo suyas las reivindicaciones de los payeses. Si bien esta sentencia, y este texto en concreto, podría confirmar la existencia del derecho de pernada, la realidad es que dicho documento hace referencia a limitar los derechos de los señores sobre los siervos y abolir las prácticas abusivas que algunos señores, en la relación de poder con sus siervos, pudieron convertir en costumbre. De hecho, en la misma sentencia también se prohibe que los señores tomen a las esposas de los payeses como nodrizas para sus hijos; un claro ejemplo de una práctica abusiva y no de un derecho. Por tanto, estas prohibiciones hacen referencia a las prácticas abusivas de algunos señores que los payeses denunciaron a la Corona. Así que, no hablamos de un derecho señorial, sino de ABUSOS SEXUALES.
Tanto el mito del uso de los cinturones de castidad como la leyenda urbana del derecho de pernada sirvieron a la Ilustración como prueba de la ignominia y la barbarie del feudalismo, época que sólo fue superada cuando triunfaron los ideales abanderados por la propia Ilustración: razón, espíritu crítico, progreso científico, liberalismo… Cuánto más bárbara y oscura se pintase la sociedad medieval, mejor se «vendería» una sociedad basada en los ideales de la Revolución francesa y la Ilustración.
No haces más que confirmar que el derecho de pernada existió y que el oscurantismo es una característica del medioevo. Por ende, no es un invento…
No existió como tal derecho, existieron los abusos sexuales, y no sólo en la noche de bodas, sino cuando al señor le apetecía. Los mismos que puedan existir entre un jefe y un subordinado, la diferencia es que hoy, una vez superado el miedo a las represalias, se puede denunciar y en el Medievo era impensable tal denuncia. De hecho, las concesiones de la Corona respecto a los siervos se consiguieron tras una guerra. Lamentablemente, esos abusos, en las relaciones de poder, han existido, existen y existirán.
Muy buen artículo, creo que la era medieval es muchas veces injustamente vilipendiada, pero en cierto modo es natural, ya que en cada era la gente necesita justificar que se está mejor que en eras anteriores.
Sería interesante una investigación acerca de la higiene y los aromas medievales… ¿es cierto que en esas épocas la gente se bañaba muy pocas veces por año?
no es tan injustamente vilipendiada, como cualquier periodo historico, tiene sus medias verdades y sus medias mentiras, ¿existía el derecho de pernada? quizas no como tal y sin embargo hay mas de una referencia historica y literal. Y si no que les pregunten a los de fuente ovejuna…
El artículo es un poco catalanocéntrico. No me extraña que muchos de los de allá se crean el omphalos.
La servidumbre (del latín servus) es una forma de contrato social y jurídico típica del feudalismo mediante la que una persona —el siervo, generalmente un campesino— queda al servicio y sujeta al señorío de otra —el señor feudal, generalmente un noble o un alto dignatario eclesiástico, o incluso una institución como podía ser un monasterio—. Durante la Edad Media, un siervo era una persona que servía en unas condiciones próximas a la esclavitud. La diferencia principal con respecto a un esclavo consistía en que, en general, no podía ser vendido o separado de la tierra que trabajaba y en que jurídicamente era un «hombre libre». El señor feudal tenía la potestad de decidir en numerosos asuntos de la vida de sus siervos y sobre sus posesiones. El siervo no podía traicionar al señor feudal, ya que él le suministraba vivienda, parte de las cosechas y sus prendas.
Debe evitarse la usual confusión con el vasallaje, otro tipo de sometimiento a un señor, pero mediante una relación política y militar entre miembros del mismo estamento, es decir: el vasallo es un noble (o un eclesiástico) y por tanto un privilegiado, mientras que el siervo pertenece al Tercer Estado o pueblo llano.
Característico de la servidumbre de un siervo era el conjunto de obligaciones consignadas, tales como la incapacidad del siervo de adquirir o vender bienes raíces, el sometimiento a la autoridad política, judicial y fiscal del señor feudal, la obligación de prestar servicios militares a su señor y la entrega de parte de su trabajo o producto. La condición de siervo era hereditaria y no podía abandonar su tierra sin el permiso de su señor.
Normalmente cuando predominaba la servidumbre, la tierra por sí sola no podía ser vendida, debido a que estaba asociada con poderes políticos. En cambio, la tierra podía ser transferida mediante guerras o esponsales.
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Creo que no hubo feudalismo más cerrado, abusivo y prolongado en el tiempo que el catalán. Admito que lo percibo desde lejos, porque soy sudamericano, pero creo que en esa región, el Medioevo realmente fue una época obscura. Mal que le pese a los que ven el pasado de Cataluña como una historia dorada cuyo remate inevitable debe ser la independencia.
Que pregunten en un pueblo de Aragón llamado Morata de Jalón por su antiguo Conde. El «derecho de pernada» era su principal ocupación.
Wao estos españoles no eran malos solo con los que colonizaron sino con los propios ciudadanos, eso que le hacían a las mujeres ajenas me parece muy malo.. y si es verdad lo de los cinturones pobres mujeres lo que tuvieron que pasar con esa cosa tan pesada allí, y la inseguridad de esos hombres no era normal…gracias a Dios que nací en otra época y cultura… https://historiadeespana.review/ para más información…
Viendo lo que es el ser humano hoy, me temo que no nos hacemos una idea de a dónde podía llegar de bajo entonces, y más en un periodo de prejuicios y oscuridad como ningún otro.
considero que es ideologia de cada region o pais, por lo menos en colombia, el primer dia de boda es para darle toda la noche, «disculpen la expresión» y es muy natural, creo que debemos de respetar cada ideologia. esta muy bien tu articulo
[…] de la imagen: oddsock (Flickr) Fuentes de consulta: historiasdelahistoria/ strambotic/ abc / Le Vase de Soissons n’existe pas & autres vérités cruelles sur […]
lo importante es que vamos evolucionando y estas barbaridades ya no se hacen, gracias por la información
ay que ver que creencias y dogmas tenían en la antiguedad, menos mal que ha cambiado
Menos mas que hemos evolucionado, hay que ver que creencias, no hay mas ignorante que el que se cree mejor por no hacer nada ni creer en nada y queda tan pancho, orgullosos de nuestra historia y de aquellos hombres fuertes y valientes que forjaron occidente.
Creo, sin embargo, que los cinturones de castidad fueron muy utilizados, precisamente en la edad moderna, pero no para ponerlos en las mujeres…. sino para evitar que los adolescentes, (ellos), tuvieran polucione nocturnas.
La idea era evitar el castigo biblico de la ceguera entre los jovenes, por lo que los mismos padres colocaban diversos artefactos a sus pobres hijos para evitar que, por la noche, tuvieran actitudes pecaminosas…..
En la edad media usaban los cinturones de castidad para que las mujeres no pudieran ser sometidas en la ausencia de su esposo, solo tenían una apertura fina para la orina y con púas en el exterior. Así que a ver quien era el guapo.
En el artículo se explica que no era así.