Durante una reunión entre humanistas florentinos y venecianos de la época -siglo XV- se trataban diversos temas propios de sus elegidos intelectos: artí­sticos, literarios, filosóficos, teológicos… (entretenidí­simo), pero como en toda reunión de hombres, al final, se tocaron temas más mundanos -y no me refiero al fútbol-. Supongo que alguna mujer también serí­a mentada en la reunión, pero el tema principal fueron las dimensiones de los atributos masculinos (está claro que para los humanistas el tamaño importa). Florentinos y venecianos alardeaban de sus atributos; todo teorí­a, no llegaron a la demostración empí­rica. Visto los derroteros que tomaba la discusión, el florentino Poggio Bracciolini zanjó la polémica con estas palabras:

– Evidentemente los hombres mejor dotados son los venecianos, puesto que su miembro viril es de tales dimensiones que cubre enormes distancias…

Y prosiguió:

– ¿Cómo se explicarí­a sino que, aún permaneciendo varios años lejos de su hogar a causa de sus prolongados viajes por mar, se encontraran a su regreso con que son padres de dos y hasta tres criaturas?

Fuente: El parche de la Princesa de éboli Mª Pilar Queralt