La palabra “samurái” generalmente se utiliza para designar una gran variedad de guerreros del antiguo Japón Feudal. Tal era la fuerza de este sector de la población, que desde el siglo X hasta el siglo XII detentaron el poder. Sin embargo, “samurái” quiere decir literalmente “el que sirve” y durante siglos, eso fue lo que hicieron. Eran guerreros diestros en el arte de la lucha, y muchos de ellos contaban con hijas o hermanas que también eran entrenadas en este arte. Su función era la de proteger el hogar, el honor y la familia en tiempos de guerra, y para ello utilizaban principalmente la naginata, un arma de asta que contiene una hoja curva en uno de sus extremos. Algunas de estas mujeres pasaron a los anales de la historia por sus hazañas y su fortaleza. Estas figuras eran conocidas como “Onna Bugeisha” (mujer samurái). Su número es escaso, pero tales eran sus proezas que muchas de ellas se convirtieron en leyenda.
Probablemente, de este reducido grupo la más famosa sea la Emperatriz Okinaga, conocida póstumamente como la Emperatriz Consorte Jingū e identificada comúnmente con la reina Himiko o Pimiko de las crónicas chinas. Fue la mujer del Emperador Chūai y tras su muerte en 209, ocupó el puesto de regente y líder hasta que su hijo accedió al trono en 269. Numerosas son las leyendas en torno a esta mujer. Las crónicas chinas la describen como una reina chamánica, ocupada en la brujería y que hechizaba a las gentes. Así mismo, estos textos relatan las relaciones tributarias que el reino de Cao Wei mantuvo con el reino de Himiko. Según la leyenda recogida en el Kojiki y el Nihonshoki., los dioses hablaron con la Emperatriz Okinaga para que liderara un ejército con el fin de invadir el reino del Oeste (identificado como el Reino de Silla en el suroeste de Corea). Siguiendo las indicaciones del oráculo, se dirigió a la bahía de Kashihi, en Kiushu, se desató el cabello y se bañó en el agua del mar. Inmediatamente, su pelo se dividió en dos partes iguales. Después, se lo recogió en dos moños, adoptando el aspecto de un guerrero. Tras este hecho, se dirigió a sus ministros dando órdenes para reunir un gran ejército que ella misma capitanearía adoptando el aspecto de un hombre.
Una vez reunido el ejército, la soberana se preparó para la batalla. Al estar embarazada y a punto de dar a luz, la soberana tomó unas piedras y las puso en la cintura de su vestido, con el fin de retrasar el parto. Sin duda, el truco de las piedras funcionó considerando que la campaña duró tres años, y la emperatriz no daría a luz hasta después de la misma. En el primer mes de invierno, la flota zarpó desde la isla de Tsushima, próxima a la de Kiushu, hacia el reino de Silla. Atemorizado ante la llegada de tal potencia naval y armamentística, el rey de Silla decidió preparar una bandera blanca y mostrarse ante los conquistadores con las manos atadas a la espalda como gesto de sumisión.
Los historiadores rechazan esta leyenda alegando que se trata de una invención para justificar el período interregno durante su regencia. Sin embargo, las fuentes japonesas sí que describen a una soberana íntimamente ligada a la diosa Amaterasu, que desempeñaba todas las funciones sacerdotales y con grandes dotes para la guerra. Aunque el nombre de Himiko o Pimiko no aparece en las fuentes niponas, la correspondencia en cronología y descripción de la misma en las fuentes chinas, parece establecer un claro paralelismo entre ambas figuras. Además, su traducción literal, “hija del sol”, la relacionan claramente con Amaterasu, de cuyo templo sería suma sacerdotisa, elevándola a la categoría de deidad.
La verdadera identidad de Himiko sigue siendo un misterio. En 2009, científicos japoneses descubrieron lo que parecía ser su tumba cerca de Nara. Sin embargo sus resultados no fueron concluyentes. De momento, nos toca fantasear con una de las grandes mujeres samurái. La mujer que conquistó Corea.
Colaboración Raquel Castañón de Okaerinasai
Fuentes: “Los mitos de Japón. Entre la historia y la leyenda”- Carlos Rubio, “Religiones de Japón” – Yusa Michiko
Muchas veces las leyendas tienen algo de verdad, y aunque quizás la historia de las piedras y eso no lo sea, el mensaje de que era una gobernante virtuosa a lo mejor si que lo es.
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Escelente artículo….sólo un pequeño apunte…. no es «nagigata» es naginata
En la ilustración estaba bien pero no en el texto. Corregido
Gracias
En ultimo juego de tomb raider lara croft esta en una isla según gobernada por la diosa Himiko
claro, y tuvo el parto de su hijo ya con 3 años cumplidos…..
Quién puede asegurarme que no es una figura con la que intentan legitimar los expansionistas nipones para apoderarse de Corea?
Información Bitacoras.com
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Hace un par de semanas intente visitar la colina donde se supone esta su tumba (vivo relativamente cerca) y no se puede acceder porque toda la colina esta rodeada por una valla. Le di toda la vuelta a la colina y al no encontrar entrada pregunte a un viejales que estaba en una huerta y me dijo que no se podia entrar.
En google maps el sitio se llama «神功皇后陵» (jinguu kougou ryou) y el pueblo de al lado se llama 陵 misasagi-cho por lo que todos los nombres de alrededor giran entorno a la supuesta tumba.
http://ja.wikipedia.org/wiki/%E4%BA%94%E7%A4%BE%E7%A5%9E%E5%8F%A4%E5%A2%B3
[…] […]
Una leyenda para dar sentido de epopeya a algo que seguramente no ocurrió así. En todo caso, no sería el único pueblo que echa mano de tales recursos para explicar un pasado épico y grandioso.
Un saludo.
Un texto con muchas incorrecciones históricas puede hacer que quien lo lea se crea cosas que no son, como que Himiko era una samurai que conquistó «Corea». Sin entrar a profundizar demasiado:
– Los samurais no existían en el periodo Yamato (época en que vivió -se cree- Himiko)
– Himiko no conquistó Corea. Decir que Jingu o Himiko conquistaron Corea es una falacia…
– … porque Corea no existía en esa época. Existían los reinos de Baekje, Goguryeo, Silla y Buyeo, los pueblos tribales de Okjeo, Yemaek, y las comandancias Han chinas. (en la península coreana y zona de Manchuria)
– Jingu es un personaje de leyenda mientras que Himiko tiene fuentes históricas que justifican su existencia.
– Himiko está excluida en la línea hereditaria de los emperadores de Japón
– Si consideramos a Jingu e Himiko la misma persona, significaría que Ojin sería hijo de Himiko, algo que arqueológicamente no es posible si entendemos que Himiko tiene su tumba en en el centro Shiki (Sakurai-Tenri) y es del sIII y Ojin en la zona de Kawachi-Izumi y es del s V., y hay unos doscientos años de diferencia entre ambos.
– No había ese tipo de armas durante el periodo Yamato. El dibujo de Jingu es de finales del S XIX.
– El reino de Silla en esa época -según los restos arqueológicos- era mucho más fuerte militarmente y contaba con más adelantos técnicos. Aunque sufrió ataques por parte de Wa (como se conocía a los japoneses en esa época), estos fueron repelidos por el propio Silla o a través de su alianza con Goguryeo.
– Los ataques de Wa a Silla eran por la alianza de los primeros con Baekje y por el temor a poder ser invadidos desde el continente, en ningún caso con afán de expandirse o colonizar a civilizaciones -teóricamente- más avanzadas.
– A día de hoy no existe ninguna evidencia arqueológica de ningún reino o territorio de Yamato en la península coreana, ni existe ningún vestigio que nos diga que alguna parte de dicha península fuera territorio de Yamato.
– Según los últimos estudios arqueológicos se ha encontrado la supuesta tumba de Himiko en Sakurai del s. III (diferente de la supuesta tumba de Jingu en Shaki del S. IV) e incluso los cimientos de lo que podría haber sido el palacio de Himiko.
– Las tumbas son un misterio porque la Casa Imperial Japonesa prohíbe la entrada e investigación a los grandes túmulos de Yamato por considerarlos miembros de la familia imperial y ser lugares sagrados. El día que se pueda investigar se resolverán muchos «misterios».
– Los libros Nihon Shoki y Kojiki fueron escritos en el s VIII con la finalidad de justificar el papel sagrado del Emperador de Japón.
– Esta historia se utilizó para justificar la anexión de Corea a Japón a principios del s. XX
mi bibliografía, para quien le interese es la siguiente:
sobre Yamato:
Barnes, Gina L – State Formation In Japan. Emergence Of A 4th-Century Ruling Elite (Routledge 2006)
Cambridge History of Japan Volume 1 Ancient Japan – VV. AA.
Sobre Himiko:
J. Edward Kidder, Jr. – Himiko and Japan’s Elusive Chiefdom of Yamatai
Saludos! 🙂
[…] >> extraído de: http://historiasdelahistoria.com/2015/04/06/himiko-la-samurai-que-conquisto-corea […]