Durante los siglos XVI y XVII los cosacos de Zaporozhia, establecidos en la zona centro y sur de la actual Ucrania, se vieron acorralados por tres poderosos imperios: el Otomano, el Ruso y la Mancomunidad de Polonia y Lituania. Sólo con una estudiada política de alianzas con unos u otros, dependiendo de la situación, y su poderío militar apoyado en expertos jinetes, maestros en el manejo del sable y mosquete y una perfecta organización, consiguieron mantener su independencia.

Cosaco Zaporozhia

En 1676, y tras sufrir varias derrotas a manos de los cosacos, Mehmed IV, sultán del imperio Otomano, decidió enviarles una carta conminándolos a someterse:

Como Sultán, hijo de Mahoma; hermano del Sol y de la Luna; nieto y virrey de Dios, gobernante de los reinos de Macedonia, Babilonia, Jerusalén, Alto y Bajo Egipto, emperador de emperadores, rey de reyes, extraordinario caballero, nunca derrotado; guardián de la tumba de Jesucristo, delegado del poder divino, esperanza de los musulmanes, gran defensor de los cristianos,… Os ordeno, cosacos zaporogos, someterse a mí, voluntariamente sin resistencia alguna, y cesar en vuestros ataques.

La respuesta de los cosacos no se hizo esperar y contestaron frase por frase mofándose de todos sus títulos y virtudes:

¡Cosacos zaporogos al Sultán turco!
Oh sultán, demonio turco, hermano maldito del demonio, amigo y secretario del mismo Lucifer. ¿Qué clase de caballero del demonio eres que no puedes matar un erizo con tu culo desnudo?. El demonio caga y tu ejército lo come. Jamás podrás, hijo de perra, hacer presos a hijos cristianos; no tememos a tu ejército, te combatiremos por tierra y por mar, púdrete.
¡Despojo babilónico, loco macedónico, cervecero de Jerusalén, follador de cabras de Alejandría, porquero del Alto y Bajo Egipto, cerdo armenio, ladrón de Podolia, catamita tártaro, verdugo de Kamyanets, tonto de todo el mundo y el submundo, idiota ante nuestro Dios, nieto de la serpiente y calambre en nuestros penes. Morro de cerdo, culo de yegua, perro de matadero, rostro del anticristianismo, folla a tu propia madre!
¡Por esto los zaporogos declaran, basura de bajo fondo, que nunca podrás apacentar ni a los cerdos de cristianos. Concluímos, como no sabemos la fecha ni poseemos calendario; la luna está en el cielo, es el año del Señor, el mismo día es aquí que allá, así que bésanos el culo!

Los cosacos Zaporogos le responden al Sultán – Ilya Repin

Fuentes e imágenes: The Cossack Letter, Zaporozh’e Cossacks writing a letter to the Sultan,