Lógicamente, Charles Darwin no se despertó una mañana de 1859, después de una noche de revelaciones oníricas, y se puso escribir El origen de las especies. La ciencia, al igual que la evolución, siempre se basa en el pasado. Darwin, además de utilizar las pruebas que reunió en su expedición en el viaje del Beagle en la década de 1830 y sus descubrimientos posteriores mediante la investigación, la correspondencia y la experimentación, fue influenciado por las ideas de pensadores anteriores (su propio abuelo Erasmus Darwin, Thomas Malthus, Jean-Baptiste Lamarck, Georges Louis Leclerc… o los españoles Tomás de Berlanga y Félix de Azara).

Tomás de Berlanga

Tomás Martínez Gómez nació en Berlanga de Duero (provincia de Soria, España) en 1490, estudió en Salamanca, en el Convento de San Esteban, y allí tomó los hábitos de la Orden de Santo Domingo en 1508 adoptando el sobrenombre de su lugar de nacimiento, Berlanga. Desde entonces, fray Tomás de Berlanga. En 1511, con la segunda expedición de dominicos al Nuevo Mundo, llegó a la isla Española. Gracias a su saber ser y su saber hacer, demostrados día a día, sobre todo en el noble arte de escuchar y mediar (el perfecto diplomático), fue enviado a Lima para mediar en el conflicto territorial entre Diego de Almagro y Francisco Pizarro, y también le sirvió para ser nombrado obispo de Castilla del Oro de Tierra Firme, cuya sede episcopal estaba en Panamá. Y allí demostró ser un visionario: en 1535 concibió la idea de comunicar el Atlántico con el Pacífico aprovechando las condiciones del istmo de Panamá, y elaboró un plan que consistía en comunicar los ríos Chagres y Grande para crear un canal interoceánico. Lamentablemente, el proyecto hubo que desecharlo por los enormes gastos que suponían su realización… y en 1914 los estadounidenses lo inauguraron tras retomar un proyecto francés.

También descubrió el dominico, por pura casualidad, las islas Galápagos, donde tras estudiar su flora y su fauna envió una carta al emperador en la que describe lo allí descubierto, y ya dejaba entrever un detalle más que importante:

Las especies de iguanas que hay en las islas son completamente distintas que las que hay en el continente.

Una muestra de su respeto por la ecología y los animales -¡¡¡en el siglo XVI!!!- se evidencia en varias cartas en las que muestra su preocupación por la fauna de las Galápagos (tortugas gigantes, iguanas, aves o lobos marinos), que no parecían manifestar miedo alguno ante la presencia de seres humanos (y eso para ellos era potencialmente letal),  y en la denuncia del uso de la red para sacar las perlas del mar, por el destrozo ecológico que esto representaba, y aboga por el método tradicional. Y para rematar la faena, nuestro fray es el patrón de la Dieta Mediterránea desde que la UNESCO incluyó a la Dieta Mediterránea (representada por España, Italia, Grecia y Marruecos) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010. ¿Y por qué nombrar al dominico con este título? Pues porque además de ser el responsable de la agricultura organizada en el Nuevo Mundo, gracias a él se trasladaron las técnicas agrícolas de nuestro país a Centroamérica, también le debemos la introducción en Europa del tomate (algunas fuentes también le atribuyen la patata) y, como buen «mediador», llevó el plátano al continente americano. Por eso a una variedad de plátanos en México se le llama “dominico”.

Félix de Azara

Félix de Azara, nacido en 1742 en Barbuñales (provincia de Huesca, España), fue un naturalista autodidacta que, siendo teniente coronel de Ingenieros, fue enviado en 1781 a Sudamérica con el encargo de delimitar adecuadamente las fronteras entre España y Portugal según del Tratado de San Ildefonso (1777). Allí esperó 12 años a que se presentaran las autoridades portuguesas, pero lejos de impacientarse Azara dedicó el tiempo a recorrer Paraguay y el Río de la Plata, observar el fascinante mundo que le rodeaba y realizar un estudio pormenorizado sobre las especies de la zona. Su capacidad de observación detectó un hecho que los naturalistas habían pasado por alto durante siglos: cómo afecta el medio al aspecto físico de los seres vivos.

Antes se pensaba que los mamíferos migraban de Europa a América por el estrecho de Bering. De Azara defiende que no, que los animales de América son exclusivamente americanos y no tienen que ver absolutamente nada con los europeos. De modo que hay una creación en el espacio y en el tiempo, porque cada área geográfica tiene su propia especie y ha evolucionado a lo largo del tiempo. Es decir, hay una creación múltiple en el tiempo y en el espacio. Fue uno de los precursores de Darwin. [Eladio Liñán – Catedrático de Paleontología de la Universidad de Zaragoza]

Félix de Azara (Goya, 1805)

En 1809, se publica un compendio de su obra titulado Viajes por la América Meridional, traducido al francés, alemán e inglés, y cuyas observaciones sobre la influencia del medio dieron lugar a nuevas corrientes de pensamiento que la obra de Charles Darwin convertirían en teoría. El inglés, en su importante viaje por el mundo tras el cual publicó sus famosas deducciones, nombra constantemente a Azara y se asombra ante la perspicacia del oscense, que se había hecho las mismas preguntas 60 años antes

Tomás de Berlanga nos puso en la pista, Félix de Azara razonó de forma similar a como lo haría Darwin varios decenios después y éste… remató la faena desarrollando y generalizando la teoría de la evolución de las especies.