A las 21:40 horas del 15 de febrero de 1898 una inesperada explosión vino a turbar el bullicio noctámbulo de La Habana. Una explosión en el acorazado estadounidense Maine lo hundía irremediablemente. Aquel episodio, «utilizado» por EEUU como excusa para intervenir en Cuba, cambió la historia de España y acabó por convertir a la «víctima» en la primera potencia militar del siglo XX. El 25 de abril de 1898 EEUU le declaraba oficialmente la guerra a España. Los planes estadounidenses se vieron favorecidos por la inestabilidad económica española, nuestra obsoleta flota, la debilidad del gobierno del liberal Práxedes Mateo Sagasta y los aires de independencia que soplaban cada vez con más intensidad en Cuba. El Tratado de París de 1898, firmado el 10 de diciembre, ponía fin a la guerra hispano-estadounidense… y al Imperio español de ultramar. España renunciaba a la soberanía sobre Cuba y cedía Filipinas, Guam y Puerto Rico a los EEUU por 20 millones de dólares.
¿Pero qué ocurrió aquel 15 de febrero en el puerto de La Habana (Cuba)? A las diez menos veinte de la noche el acorazado norteamericano Maine sufría una misteriosa explosión que provocó un terrible incendio en la zona de proa. A pesar de la rápida y masiva ayuda de españoles y cubanos, nada se pudo hacer. El barco se hundió y perdieron la vida doscientos sesenta y cuatro marineros y dos oficiales. A la mañana siguiente, al estar el barco en aguas bajo jurisdicción española, se inició una investigación por parte de las autoridades españolas para averiguar qué había ocurrido. Sorprendentemente, las autoridades estadounidenses no permitieron examinar los restos del navío al considerarlo territorio norteamericano. Así que, ante las únicas evidencias exteriores, en el agujero que la explosión provocó en el casco del barco las planchas de acero estaban dobladas hacia afuera, se determinó que la explosión se produjo en el interior y que, por tanto, debió de ser un accidente. Los estadounidenses tenían su propia teoría: el ataque con un obús o una mina. Los periódicos norteamericanos, cual creadores de opinión, se encargaron de difundir esta disparatada teoría y crear el caldo de cultivo ideal para la posterior declaración de guerra.
Pero hubo una carta anterior que delataba las intenciones de EEUU. España no atravesaba uno de sus mejores periodos de la historia ni económica ni militarmente, así que los Estados Unidos pensaron que con unas migajas bastaría para conseguir Cuba. Días antes del accidente provocado del Maine, Washington había enviado a una carta a Madrid:
El ejército norteamericano intervendrá en la isla si España no accede a vender Cuba a los Estados Unidos por trescientos millones de dólares. Para facilitar la operación, se ofrece además un millón de dólares para los negociadores que medien en dicho acuerdo.
Aunque parezca mentira por los muchos antecedentes de nuestros políticos, y quiero creer que por honestidad y orgullo patrio, los negociadores no aceptaron el soborno del millón de dólares y se rechazó la propuesta. Aunque el tono amenazante de la carta dejaba muy claras las intenciones del gobierno estadounidense, nunca reconocerán que la teoría del sabotaje español al Maine fue una patraña. Ya que, en el hipotético caso de hacerlo, dicho reconocimiento llevaría implícito que su propio gobierno fue el responsable de la muerte de 266 compatriotas.
Y es que si somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras, aquí se podría añadir que también somos esclavos de nuestras cartas.
Los españoles no terminamos de encontrar el equilibrio entre la necesaria autocritica y la afirmación de nuestra identidad nacional, que a estas alturas sigue mostrándose frágil y inmadura, con una conciencia dramática del pasado y esperando, como siempre, lo peor del futuro.
[…] […]
¿Roosevelt convencido que no fue un accidente?¿sería el mismo que después fue Presidene?
Dónde aparece Roosevelt en el artículo?
En el centro de la página de periódico que se reproduce «el secretario asistente Roosevelt convencido de que la explosión del barco de guerra no fue un accidente»
Pensaba que se refería al texto del artículo. Gracias
En aquel momento tenía sólo 16 años
Pero hablamos de THEODOR Roosevelt, no de Franklin Delano Roosevelt.
Entonces sí, porque en 1897 era el secretario adjunto para la Armada
por explotadores perdieron todas las posesiones de ultramar. para 1898 ya no les quedaba nada. eran un hazmerreír. los masones destrozaron el imperio español. tanto masones franceses (jacobinos) como británicos. y hoy españa no es más que una representación corporativa de gran bretaña a la cual le chupan el culo todos los días, desde el rey hasta el último independentista sea vasco o catalán. no jodan más. la avaricia española fue su propia crisis final y la entrega a la masonería por parte de los mercenarios que los gobernaban, devenidos en liberales. comenzando con los cornudos borbones (borbotones)
¿Qué «explotación», memo? En aquel entonces Cuba tenía más renta per cápita que la propia metrópoli, ignorante. ¿Por qué emigraban españoles a la isla durante el siglo XIX? ¿Para ser «explotados»? ¡Qué idiotez!
Para tu información, juntaletras, España ha sido mucho más próspera SIN colonias que con ellas. A los diez años de perder la mayoría de ellas a principios del XIX, ya alcanzó el nivel de renta promedio que tenía antes. Y eso a pesar de tener que reconstruir el país tras la guerra napoleónica. ¿Dónde estaba la «explotación», entonces? ¿Eh? En cuanto al 98, justo a continuación España vivió un fuerte crecimiento económico, que siguió hasta la Guerra Civil. Entre otras cosas, gracias a la REPATRIACIÓN DE CAPITALES.
En resumen, los territorios de ultramar eran UN LASTRE, del que afortunadamente el pueblo español se libró. Los inversores españoles trajeron de vuelta el dinero y lo invirtieron aquí. Y comenzó a crearse en el siglo XIX por fin una red comercial centrada en la Península. Las colonias americanas fueron un mal negocio para la gran mayoría de los españoles. Y fue justamente porque NO eran explotadas como las británicas, las portuguesas o las francesas. Por eso la riqueza general de los españoles fue mucho mayor SIN ellas que con ellas. Y esto es un hecho, no una opinión.
Actualmente la balanza comercial entre España y Reino Unido es favorable a España. O sea, España EXPORTA MÁS al R.U. que viceversa:
http://www.worldsrichestcountries.com/top-spain-exports.html
http://www.worldsrichestcountries.com/top-spain-imports.html
¿Te jode? Pues me alegro.
@Perropaco estoy muy de acuerdo exepto que te han colado el uso de la palabra «colonias» que creo que no es correcto, ya que los territorios de ultramar eran parte integrante del territorio nacional a todos los efectos, incluyendo la consideracion de subditos de la corona para los nacidos en aquellas tierras. Nada que ver con las colonias britanicas o francesas.
Si me equivoco ruego me lo hagan saber.
Un saludo!
@PEDRO MANUEL:
Sí, los términos correctos serían Virreinatos, Capitanías Generales y Provincias. Cosas distintas a las colonias británicas, obviamente. En cuanto a los territorios franceses de ultramar, dependerá de la época que hablemos. Hacia mediados del siglo XX sí obtuvieron derechos de ciudadanía. Pero se trata de otros tiempos muy distintos, claro.
seria bueno publicaran mas «acciones de falsa bandera» como esta por parte de los imperios anglosajones
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El Maine estalló en Santiago, no en La Habana.
EE.UU. se iba a quedar con Cuba por las buenas o por las malas (por amor o por dinero). Si no hubiese sido el Maine se habrían inventado otra cosa. Si una jugada te sale bien, ¿hay alguna razón para no repetirla?. Lo que me parece increible es que no hayamos aprendido de las «técnicas» norteamericanas.