A mediados del siglo XIII el poderoso Imperio mongol fundado por Gengis Khan comenzaba a resquebrajarse. Tras la muerte de Möngke Khan en 1259 comenzó una guerra civil por la sucesión y, aunque oficialmente el título lo heredaría Kublai Khan (el Gran Khan), el imperio acabaría fragmentado en cuatro khanatos: la Horda de Oro, el Ilkhanato de Persia, el Khanato de Chagatai y, tras la conquista completa de China por Kublai Khan (fundador de la dinastía Yuan), el Imperio del Gran Khan. Aunque en la teoría actuaban de forma independiente, en la práctica existía cierto vasallaje del Ilknanato respecto al Gran Khan y un odio irreconciliable entre los hermanos, Kaidu, señor del Khanato de Chagatai, y Kublai Khan. De hecho, estuvieron 30 años en guerra.
En los diferentes enfrentamientos y batallas que se libraron durante estos años entre los diferentes khanatos, junto a Kaidu siempre estaba su mejor guerrero… Khutulun, su única hija y la menor de los 15 hermanos. Si bien el papel de la mujer era fundamental en un pueblo nómada como los mongoles, ya desde la época de Gengis Khan era habitual que las mujeres se entrenasen con el arco y fuesen consumadas amazonas, pero lo de Khutulun iba más allá. El hecho de criarse con 14 hermanos varones le obligó a crecer como uno más de ellos, hasta el punto de que llegó un momento en el que ninguno de sus hermanos podía derrotarla en el bökh (la lucha libre tradicional mongola), además de convertirse en una maestra con el arco y una excelente jinete -se cuenta que en la batalla era la primera en llegar a las filas enemigas- . Gracias a su inteligencia, su destreza, su valor y su osadía se convirtió en la mano derecha de su padre durante las batallas y en su mejor consejero a la hora de gobernar.
Aún así, seguía siendo mujer… y debía casarse. A regañadientes, y a petición de su padre, accedió a ello pero puso una condición: se casaría con quien consiguiese derrotarla en un combate de bökh. Para evitar que aquello se convirtiese en un circo, los pretendientes tenían que «depositar» una fianza de 100 caballos, el bien más preciado entre los mongoles, que pasarían a manos de Khutulun si perdían. Hubo muchos pretendientes, tantos como que Khutulun se hizo con más de 10.000 caballos. Las pocas ganas de casarse de Khutulun y la estrecha relación que mantenían padre e hija fueron aprovechadas por los que no podían soportar que una mujer tuviese un papel predominante y comenzaron a circular rumores sobre una relación incestuosa entre padre e hija. Para acallar aquella sarta de mentiras, Khutulun decidió casarse… con alguien del que ni trascendió su nombre.
A lo largo de sus vidas padre e hija resistieron los esfuerzos de Kublai Khan por ampliar su territorio y someter a las tribus del khanato de Chagatai, permitiendo la independencia frente a la dinastía Yuan. Todavía en vida, y sabiendo que era el más preparado de todos sus hijos, Kaidu intentó nombrarla su sucesora, pero sus hermanos se opusieron. Así que, tras la muerte del padre en 1301, comenzaron las disputas por la sucesión. Khutulun nunca tuvo afán de poder, era sólo era una guerrera al servicio de su khanato. Aún así, se vio obligada a tomar partido por uno de sus hermanos, Orus, a cambio de ser ella quien dirigiese sus tropas. Mantuvieron la alianza apenas cinco años… en 1306 fallecía Khutulun en extrañas circunstancias a la edad de 45 años.
La cultura mongol la recuerda como una luchadora que jamás fue derrotada. Hoy en día, durante el Naadam, el festival cultural más importante en Mongolia en el que durante tres días los contendientes participan en “los tres juegos de los hombres” (tiro con arco, carreras de caballos y el Bökh), todavía se le rinde homenaje a la gran luchadora. Los luchadores visten el zodog, una especia de chaquetilla con mangas largas y la parte delantera totalmente abierta para mostrar a su oponente que es un hombre. Al final, el ganador baila la danza de la victoria volviendo a mostrar su torso y dar fe de que no es una mujer… y de que Khutulun no ha regresado de entre los muertos para patearles el culo en los hombres.
Fuentes: Khutulun, the wrestler princess, Khutulun
Información Bitacoras.com
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Muy interesante como de costumbre. Felicidades por el blog.
Muchas gracias Ragna.
Hola, Javier.
Menuda mujer. Era de armas tomar y nunca mejor dicho. Nunca había oído hablar de ella. Me parece increíble que ninguno de sus hermanos ni ningún pretendiente la derrotase. Seguro que la eliminaron cuando dices que murió «en extrañas circunstancias».
Hay un montón de personajes históricos poco o nada conocidos que merecerían salir a luz y que la mayoría de la gente supiese de ellos.
Me gusta mucho tu blog. Gracias por compartir tus interesantes artículos.
Un saludo desde Oviedo.
Muchas gracias a ti Alberto. Un saludo
Gracias, muy bueno el relato.
Una tierra inhóspita que fabrica gentes duras, como esta singular mujer.
Un saludo.
Excelentes datos.
Seguro que no sabía hacer de comer ni fregar y barrer como una buena ama de casa, y seguramente que también se peeria cabalgando.
Aunque he leído acerca del tema, nunca he visto que se refieran a ésta extraordinaria mujer. Muy buena historia. muchas gracias!!
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