Zanzíbar, hoy en día territorio con cierta autonomía pero perteneciente a Tanzania, es un archipiélago situado en el sureste del continente africano en el océano Índico. Desde 1804 Zanzíbar pertenecía al sultanato de Omán pero en 1856, y tras la muerte Said bin Sultan, sus dos hijos se disputaron el trono vacante. Al final, dividieron el territorio en dos sultanatos independientes, sultanato de Omán y el sultanato de Zanzíbar. El primer sultán de Zanzíbar, Majid bin Said, continuó con la política de su padre que basaba su economía en el comercio de especias… y de esclavos. En 1859, otro hermano, Barghash bin Said, intentó derrocar al sultán pero no tuvo éxito y fue exiliado a Bombay. En 1870, tras la muerte de su hermano, Barghash bin Said se convertía en el segundo sultán de Zanzíbar.

Fue el responsable de la construcción de todo tipo de infraestructuras (carreteras, agua corriente, hospitales…) en el sultanato, sobre todo en la capital Stone Town, y de la firma de un acuerdo con Gran Bretaña por el que se prohibía el comercio de esclavos en el sultanato. La modernización del país que emprendió Barghash topaba con ciertos problemas, como las escasez de monedas en circulación. Así que, a la firma del tratado abolicionista solicitó a Londres la emisión de una partida de monedas. Mientras llegaban las monedas, lo que hizo Barghash fue tunear las monedas extranjeras que circulaban por el país… entre ellas el Real de a 8 español. Con un punzón se grabó una figura geométrica y en el centro de ella la inscripción Zanzíbar en árabe.

Real de a 8 de Zanzíbar

El real de a 8 español se creó a finales del siglo XV y fue una de las monedas más importantes para el comercio en Europa, América y el sureste asiático (a través de Filipinas). En EEUU, llamado spanish dollar, estuvo en vigor hasta su prohibición en 1857, siendo incluso más apreciado que el dólar estadounidense creado en 1792. Sin ir más lejos, en Wall Street, el precio de las acciones en el mercado de valores se ha medido en octavos de dólar, debido al Real de a ocho, hasta finales del siglo XX.