Hace un mes hablábamos de Zaleuco de Locria como un político que llevó la responsabilidad, como legislador y padre, hasta su máxima expresión. Hoy tenemos a Carondas de Catania que, siendo discípulo de Zaleuco, es toda una declaración de intenciones.

Carondas fue un legislador griego que elaboró las leyes de Catania, su ciudad natal, y Reggio. Además, para facilitar su aprendizaje, las escribió en verso y así poderlas cantar en banquetes y reuniones. Entre las más importantes: protección de la familia (herencias, orfandad, viudedad…), leyes contra la calumnia y el perjurio… y la prohibición de entrar armado en la Asamblea. Este último delito, según su propia legislación, estaba castigado con la muerte.

Teatro griego Catania

El caso es que en una ocasión, por la prisas o vete tú a saber, Carondas entró con una espada en la Asamblea. Al reprocharle su actitud los allí presentes, Carontas dijo:

Os equivocáis, vengo a confirmarla.

Y se suicidó con su propia espada.

Fuentes y foto: Filosofía, MCN Biografías, Wikipedia, Worldisround