En la batalla de Bailén (1808) el general Castaños infligió la primera gran derrota al ejército napoléonico, al mando del general Dupont, lo que supuso una ingente cantidad de prisioneros que fueron llevados a Cádiz con la promesa de ser devueltos a Francia. Fueron recluidos en pontones (barcos que, amarrados a puerto, servían de cárcel) en condiciones lamentables pero con la esperanza de regresar a casa.
Bajo presión de los militares ingleses, se acordó no devolverlos a Francia y trasladarlos a la isla de Mallorca. Por el alto coste de su manutención (se calcula que unos 400.000 reales al mes), el descontento de los lugareños y la cercanía de la base inglesa en Menorca se decidió trasladarlos a un lugar donde no «molestasen»… un isla desierta, Cabrera.
Más de 7.000 soldados franceses fueron abandonados a su suerte en una islote rocoso sin rastro de presencia humana, sólo lagartijas, conejos y cabras, sin ningún edificio, a excepción de un fuerte abandonado, y los barcos españoles e ingleses haciendo guardia. Llegaba un barco de suministros cada cuatro días pero, pronto, dejaron de llegar de forma regular y tuvieron que dar buena cuenta de la fauna autóctona. Hambre, sed, miseria, desesperación… muerte. Muchos morían y ocupaban su lugar nuevas remesas de prisioneros. En 1814 terminaba la guerra y el balance era terrible, de los más de 12.000 prisioneros que pasaron por Cabrera sólo quedaron unos 3.000.
¿Qué os parecería leer las memorias de uno de los supervivientes? No, no tiene 200 años.
Laura García Gámiz ha publicado «Cuando el padre nos olvida. Los prisioneros de Cabrera en la Guerra de Independencia (1808-1814)«, traducción de «Souvenirs de l’Empire. Les Cabrériens. Épisode de la Guerre d’Espagne» de Gabriel Froger, mediados del siglo XIX, en la que, como él mismo dice, actúa como simple copista de las memorias de Sebastien Boulerot (superviviente de Cabrera).
El protagonista empieza narrando el paso de las tropas francesas por los Pirineos, cómo atravesaron la península; la batalla y capitulación de Bailén, la marcha de los prisioneros hasta Cádiz, su estancia en los pontones; sigue con el traslado de las tropas hasta Mallorca, su estancia en Palma y posterior embarque hacia Cabrera, en donde pasaron seis años de miseria y dolor. Por último, Sébastien Boulerot describe cómo vivió los últimos meses con los oficiales en Ibiza para terminar con su liberación y posterior llegada a Marsella, en donde acaba la obra.
Se describen escenas terribles: agresiones físicas, torturas, canibalismo, sadismo, hambruna, locura… que contrastan con aquellas otras en las que el ser humano se supera gracias a la generosidad, la amistad, la valentía, el esfuerzo, el amor, la perseverancia, el ingenio… Todas ellas dignas de ser mezcladas y agitadas en la coctelera de un buen guión cinematográfico, aunque por desgracia, basado en la más cruda realidad.
Fuente: The Napoleon Series, La Pepa hoy
Memorias de un prisionero francés en la isla de Cabrera http://bit.ly/fwyf0E (Vía @jsanz)
Historias de la His: Memorias de un prisionero francés en la isla de Cabrera http://bit.ly/fwyf0E
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Información Bitacoras.com…
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Desde luego, la historia la cuentan los vencedores. Y parece ser que a los historiadores se les olvidó señalar en los libros de texto las atrocidades que hicieron unos, porque de las de los franceses, bien que nos las sabemos.
¡Qué le voy a explicar a un aragonés¡
Memorias de un prisionero francés en la isla de Cabrera http://is.gd/XQVAFM
Buenísimo tu blog, amigo, aunque no se libra de algún gazapillo: las normas se infringen, pero las derrotas (y otras cosas) se infligen.
Disfruto leyéndote.
RT @jsanz: Memorias de un prisionero francés en la isla de Cabrera http://is.gd/XQVAFM
Y yo que pensaba que esto era un relato extraído de alguna historia de ciencia -ficción. Eso de abandonar a todo un colectivo en un lugar desierto para que no molesten y se maten. Lo digo porque este relato me recuerda a un cómic que leí hace tiempo, de Abuli y Bernet. Creo que se llamaba «De vuelta a casa»: un planeta imaginario a donde se enviaba a los presidiarios para que se aniquilaran entre ellos.
Un saludo.
@Arístides, hay partes de la historia que «duele» escribirlas pero no seré yo el que las juzgue.
Aragonés… y de Teruel. 🙂
@Ángela, rectificado. Muchas gracias
@Cayetano, Lamentablemente son hechos reales. Algunos los consideran nuestro «Guantánamo»
Salu2
Muy sano eso de levantar alfombras y sacudirlas. Disminuyen mucho las alergias. Gracias. Hagamos lo mismo con nuestra historia más reciente.
@Amaia, poco a poco que estas cosas cuesta «digerirlas».
Salu2
Muy buen articulo. Gracias por seguir compartiendo con nosotros estos pedacitos de historia. Como dijo Vazquez de Mella «Un pueblo empieza a morir el dia en que se divorcia de su historia». Que bueno que no olvidemos quienes fuimos porque ahi esta la razon de lo que somos.
@Jose, en este rincón vivimos la historia y contamos las historias, y mientras os sigan gustando aquí seguiremos.
Gracias.
Sí comparto la opinon de alguien, no recuerdo bien quien fué, pero no olvidaré sus palabras: la historia la escriben los vencedores, pero las derrotas las sufre el pueblo, en este caso los pobres soldados que cumplían con su deber voluntariamente o no, pagando con un escarnio más terrible que la muerte o mutilación en la guerra. Es bueno no olvidar, pues el pueblo que olvida su historia, está condenado a repetirla, y eso en todas las épocas sucederá. Buenas noches y saludos.
RT @jsanz: Memorias de un prisionero francés en la isla de Cabrera http://is.gd/XQVAFM
@Anna, olvidar nunca, pero creo que cometeríamos un error si juzgamos los acontecimientos y los personajes en función de los valores actuales.
Salu2
Anotada la recomendación ¡gracias!
Un beso enorme
RT @jsanz: Memorias de un prisionero francés en la isla de Cabrera http://is.gd/XQVAFM
RT @pdoblog: @jsanz: Memorias de un prisionero francés en la isla de Cabrera http://is.gd/XQVAFM
Memorias de un prisionero francés en la isla de Cabrera http://is.gd/XQVAFM Una historia que "duele" contar
Hay fragmentos de la historia que nadie quiere recordar. Tan indigno fue el comportamiento de los españoles que redujeron a semejante grado de miseria y crueldad a los presos franceses como el propio gobierno francés que nada hizo por liberarlos. Bien podrían haber estudiado un intercambio de prisioneros, una medida que habría beneficiado a ambos Estados, pero los dos dejaron a las claras que los soldados eran simples instrumentos que servían para lograr determinados intereses. En este sentido las cosas no han cambiado demasiado.
Un abrazo.
@cc, cuando fueron liberados y enviados a Francia tampoco fueron recibidos como héroes, al revés, estuvieron en cuarentena.
Un abrazo
Me recuerda «Escape de New York» con Kurt Russell. La realidad supera la ficción, una vez más 😛
Un saludillo
Memorias de un prisionero francés en la isla de Cabrera http://bit.ly/hghQMh vía @jsanz
@Xurxo, casi siempre, amigo, casi siempre.
Salu2
Casualmente me había estado empapando del asunto en diversas (aunque hay muy pocas) fuentes con el ánimo de escribir algo al respecto. Hubo dos cosas que me llamaron la atención, que los franceses de inicio prefirieran el destierro a la isla porque supuestamente era peor lo que les esperaba al regresar a su patria habiéndose rendido, y la otra, que este encierro o prisión sea considerado por algunas personas como el primer campo de concentración de la historia.
Pinta bastante bien el libro, ojalá se lo pueda conseguir de este lado del charco
Saludos Javier!
Es que antes las guerras no las retransmitía la CNN
Cuando la CNN se va (Que los periodistas tienen que dormir), algunas de estas cosas…o todas, siguen pasando todavía
@Carlos, como decía en un comentario lo consideran nuestro Guantánamo y lo de conseguirlo, al otro lado del charco, te puedo poner en contacto con la autora.
Salu2
@Kikas, y las que no nos enteraremos nunca… o quizás sí.
Tomo nota, y sobretodo agradezco.
Feliz finde, amigo.
@El Dinosaurio, merece la pena.
Igualmente.
Hola JAVIER,
verás, además de devolverte la visita por cortesía -ha sido todo un detalle por tu parte- al contestarte allí, he aprovechado para hacer un poquito de publicidad a vuestra maravillosa iniciativa, a ver si se suma mucha más gente…
Ha sido un verdadero placer leerte. No tanto por el buen libro que recomiendas, como por ver otro ejemplo en le que de nuevo los españoles, cediendo a presiones extranjeras dejamos de hacer lo que debemos ( en este caso con los prisioneros franceses ) y pasamos de todo.
Exactamente igual que en este terrible episodio de la historia que tan bien has narrado, creo que hemos hecho con nuestros con ciudadanos del Sahara… solo que en vez de dejarlos en una isla, sin medios para subsistir, condenándolos con ello a la muerte, los hemos dejado en le medio del desierto, para que se los coman los marroquís o cualquier tercero interesado en todo, menos en el pueblo, la gente saharaui que malvive mientras todos miramos para otro lado.
Ya te lo he dicho, pero te lo repito, me encanta la gente como vosotros que en lugar de pasarse la vida protestando por lo que otros no hacen o hacen mal, os ponéis manos a la obra y silenciosamente AYUDÁIS.
Yo creo que se trata de eso, dejar de protestar y arrimar el hombro, sólo así cambiarán de verdad las cosas.
Un verdadero placer pasarme.
Ya te enlazo en mi blog y así te controlo más de cerca jajaja ( por si queda algún prisionero francés en Cabrera que nos necesite 🙂
Un beso grande JAVIER y muuuy feliz finde.
Pues en l’Arc du Triomphe de París está la lista de batallas ganadas por Napoléon, y ahí aparece «Bailén» (eso es tener cojones)
¿Alguien ha reparado en los muertos que los francese produjeron con su invasión? Me gusta que los españoles seamos autocríticos con lo que hacemos y lo que hicieron nuestros antepasados , pero, a veces, nos pasamos. No olvidemos que es la publicación que hace un francés de las «memorias» de otro paisano, sobre lo que le «hicimos» los odiados españoles.
De todas maneras, hacemos bien en ponernos en guardia, aunque sin desollarnos: las guerras son todas crueles.
Un saludo.
En este tema de vencedores y vencidos ,creo que las histoias se escriben casi de la misma forma desde siempre .Gracias por tus relatos !ah! hoy he sabido lo que son los pontones.Besos
La historia siempre nos da motivos para reflexionar y en especial con aquellos que han vencido…
Un abrazo.
RT @Gladyzs: RT @jsanz: Memorias de un prisionero francés en la isla de Cabrera http://is.gd/XQVAFM
@María, el efecto de la publicación en tu blog de la iniciativa ha sido espectacular. Como tú dices, el caso de los saharauis y el los prisioneros franceses son muy similares por ser «abandonados a su suerte».
Esta iniciativa me ha servido para constatar algo que ya sabía, que la red es solidaria, y para conocer rincones que merecen la pena, como el tuyo, y que desconocía.
Un beso y muchas gracias.
@Jesús, como siempre se ha dicho la historia la escriben los vencedores y, además, nunca hemos sabido «vender» nuestra historia. Ingleses y franceses son especialistas.
@Derpolingano, la balanza de muertos de la Guerra de Independencia perdemos por abrumadora mayoría, pero la historia, por mucho que se empeñen algunos, sólo es una y este relato es una parte de ella. No pretendo juzgar a nadie, sólo contar.
@Teresa, los pontones no sólo se utilizaban de cárcel también de almacén y hospitales.
Un beso
@Adrián, bendita reflexión si sirve para no repetirse.
Un abrazo
Muy buena recomendación sobre esta historia por demás increíble, no sabía de ella, así que me la apunto. Las escenas que describiste despertaron mi interés.
¡Besos!
RT @jsanz: Memorias de un prisionero francés en la isla de Cabrera http://is.gd/XQVAFM
@Gladyzs, sólo comprobando el porcentaje de muertos entre los prisioneros te puedes hacer una idea de las terribles escenas.
Un beso
Nunca me gustó la historia. Cuando estudiaba, era mi asignatura más odiada. Pero por casualidad con aquello del jamón, encontré este maravilloso sitio, y me fui paseando por tu blog descubriendo la gran diversidad de historias, contadas de manera que me hacen indagar más en las cosas que cuentas. Como en este caso, no sabía nada del tema, y me entra la curiosidad… y quiero saber más.
Es cierto que atrocidades se cometen en cada uno de los bandos de una guerra, pero no por pertenecer a uno de ellos debemos de olvidar aquello que se hizo. No se trata de que nos machaquemos autoinculpándonos, pero sí de conocer lo que pasó e intentar que situaciones como éstas no se repitan jamás. Por desgracia, no siempre es así.
Desde Navidad te sigo asiduamente.
Un saludo.
@Carmen, es un placer que gracias a «otra forma de contar la historia» hayas recuperado el interés por esta gran desconocida.
Muchas gracias. Un saludo
RT @jsanz: Memorias de un prisionero francés en la isla de Cabrera http://is.gd/XQVAFM
RT @oroplatabronce: Oro a
@jsanz: Memorias de un prisionero francés en la isla de Cabrera http://is.gd/XQVAFM vía @historiade
RT @jsanz: Memorias de un prisionero francés en la isla de Cabrera http://is.gd/XQVAFM
RT @jsanz: Memorias de un prisionero francés en la isla de Cabrera http://is.gd/XQVAFM
Hola, he visto el comentario y no me he podido resistir, y aunque no suelo entrar en este tipo de debates, estoy cansado de esa polémica desatada con los prisioneros de la isla de Cabrera, polémica que contrasta con el gran desconocimiento al respecto no sobre los sucesos que ocurrieron en la misma isla de Cabrera y todas aquellas atrocidades que de cualquier manera denigran al ser humano, sino sobre aquello que no se encuentra ni en las memorias de los supervivientes ni en los archivo historicos de Mallorca.
Ello no quita intentar ponerse una venda en el desconocimiento que existe y pensar lo malos que eramos los españoles y lo buenos que eran aquellos que saquearon, violaron y mataron niños y mayores en Córdoba, todo ello en el contexto del siglo XIX, en donde el honor y la deshonra estaban situados en otro plano, y por desgracia, en donde por lo visto las practicas habituales de guerra eran esas. Recuerdese los soldados españoles en los pontones sobre el río Tajo en condiciones miserables o los prisioneros españoles llevados a Francia en donde eran aniquilados, encerrados en carceles que nos harian palidecer o en el mejor de los casos enrolados a la fuerza en los ejercitos napoleonicos, aunque eso verdad, no es el desarrollo del tema. Pero en ese abrupto desconocimiento de insensateces que cualquier guerra lleva consigo hay que preguntarse también por que y quienes fueron los que decidieron enviar a esas tropas a Cabrera, pues otros fueron enviados a Canarias e Inglaterra, y sus condiciones no fueron tan graves, por no decir del olvido de los propios franceses sobre sus compatriotas, que no hicieron nada hasta finalizada la guerra. Pero ¿ cuales eran las verdaderas razones o intereses, esas que estan ocultas y pertenecen a una mano invisible de alta politica?.
A lo largo de casi 200 años se ha culpado a España por aquel trato indefendible hacia aquellos prisioneros de guerra, sin embargo tanto para los españoles como ,¡si!, también para los britanicos ha sido una página negra en su historia que contrastaba con los heroes de Castaños o Wellington, si bien para estos últimos, despues de 1815 habrian optado por olvidar el suceso. De esta forma ya el historiador Sir Charles Oman, echaba simplemente la culpa a los españoles por aquel trato, sin citar fuente alguna, mentalidad que ha quedado como versión oficial durante doscientos años.
Intentare no extenderme en el tema, aunque hay mucho que decir, sobre cual fue la secuencia y cumulo de circunstancias y fatales decisiones que los llevaron hasta alli.
Las condiciones sobre la capitulación de Bailén acordaban que los soldados franceses irian en un primer momento hacia Cadiz y desde alli serian transportados hacia Francia (Rochefort), siempre que jurasen no volver a coger las armas contra España, algo iluso si se piensa, y claro esta, dentro del contexto de caballeros del siglo XIX. Recordemos que el ejercito de Dupont fue derrotado el 19 de Julio del 1808 y obligados a entregar las armas y las aguilas.
En un primer momento, Lord Collington, jefe de la Royal Navy en el Mediterráneo, en Cadíz, informo al capitan general de Andalucia Don Tomas de Morla, que no dejaría salir a los prisioneros sin consultar previamente con su gobierno en Londres, y el 19 de Agosto Viscount Castlereagh, ministro de la guerra inglés, comunico la respuesta del consejo de ministros de Londres, siendo este, el documento más significativo del todo el proceso. «Al mirar..solamente el intento de Capitulación, es imposible no sentir, y lamentar, que se permita que un ejercito de dieciséis mil hombres…regrese a Francia, con el posible objeto de volver a atacar a España unas semanas más tarde…».
Castlereagh recurrio a dos detalles legales para insistir en que Gran Bretaña no estaba obligada a cumplir los acuerdos de capitulación. Al seguir los franceses en estado de guerra contra los ingleses, en consecuencia el gobierno de su Magestad britanica…. « tiene derecho a impedir cualquier otro poder , incluso a un aliado que transporte a las tropas de cualquier nación enemiga y en cualquier circunstancia para devolverlas a un puerto enemigo….»
Castlereagh afirmó que su país no rechazaría una petición de la Junta de Sevilla para repatriar a los prisioneros, sin embargo al almirante Collingwood le mando imponer unas condiciones muy exigentes que casi lo hacian inviable en las actuales circunstancias españolas, asi tendrian que ser transportados en navios españoles, en una seria de convoyes, a un puerto francés que no estuviera bloqueado, es decir no podia ser Rochefort. Solamente un convoy deberia hacerse al mar y no se permitiría zarpar a ninguno hasta la vuelta del anterior, ya que la Royal Navy debería escoltar a todos los convoyes, de esta forma eran los ingleses y mas concretamente Collingwood, quienes controlaban la situación. España en guerra en su propio territorio, dividido en Juntas y con un poder maritimo mermado, no estaba en condiciones propicias para exigir otra cosa y evitar esa imposición. Asi pues Castlereagh mando a Collinwood que se dirigiera a los españoles para decirles que los intereses de Gran Bretaña tendrían preferencia, mientras no hubiera gobierno central en España.
Mientras Dupont protestaba, Morla, ante ese ultimatum inglés y al verse contrariado y sin poder, no tuvo más remedio que replicar a Dupont que aquellas capitulaciones habian sido solo un pretexto conveniente y que nadie pensaba que se cumplieran.
En ese sentido, y siguiendo con los hechos, no nos podemos olvidar de la batalla de Vimeiro en Portugal, el 21 de Agosto de ese mismo año, 1808, un mes mas tarde aproximadamente que la de Bailén, donde Junot fue derrotado por Arthur Wellesley en combinacion con tropas portuguesas y de ahi la Convencion o tratado de Cintra, que vergonzosamente permitio que los hombres de Junot se retiraran tranquilos con su pillaje, hecho que abrio un gran debate y una investigación por la corona inglesa. La retirada francesa fue considerada de acuerdo con las costumbres de la época, como la de rendición de una plaza y por lo tanto, se permitió la evacuación del territorio de los 20.900 soldados franceses que fueron embarcados por la flota británica con su equipamiento , armas, aguilas y bienes, gran parte de los cuales provenían del pillaje al que sometieron a la población portuguesa, siendo conducidos hasta el puerto de Rochefort.
Entonces cabe preguntar ¿donde estaba ese sentir y lamento inglés de permitir a 20.900 franceses con todo su equipo regresar a Francia, para que en unas semanas estar en disposicion de estar en el frente de nuevo ?, simplemente es vergonzoso….y no hay palabras.¿ Porque, si se permitio a estos volver a Francia y a los verdaderos derrotados de Bailén no? Maxime cuando esta batalla ocurrio antes que aquella, sin armas, sin aguilas, sin botin…
Todo esto desato una gran controversia en Inglaterra y España y como he dicho la formación de un Tribunal Militar en Inglaterra para investigar los hechos, al final los generales británicos fueron absueltos.
¿ Si esto era contraproducente para los intereses britanicos, como parece obvio, por que se cumplio el Convenio de Cintra y no era simplemente un «pretexto conveniente que nadie pensaba cumplir».?
Los soldados franceses de la Batalla de Bailén se convirtierón asi en las víctimas del Convenio de Cintra.
Dupont, junto a 180 oficiales fueron repatriados a Toulon y Marsella bajo los términos originales del acuerdo de capitulación…eso si, bajo una orden mandada por Castlereagh a Collinwood.
La llegada de Napoleón a España no hizo mas que empeorar las cosas, y la falta de recursos era más que evidente y apenas se cumplian las ordenes entre las Juntas españolas. España tenia una patata caliente y «los aliados» britanicos, no ayudaban.
Las autoridades temian por la seguridad de los franceses en Cadiz, ya que eran un objetivo claro de la población, fueron agrupadoss en pontones por su seguridad, y sin embargo paradogicamente, murieron cientos o miles de ellos en condiciones insalubres. Más tarde el 3 de Abril de 1809, se organizo un convoy de dieciséis navios, claro esta con una escolta de la Royal Navy hacia las Islas Baleares.
Pero aqui no acaba la cosa….una nueva vuelta de tuerca, hizo que al final estos hombres acabaran en las condiciones que sabemos, y claro esta, el protagonismo del gobierno inglés es evidente, en 1809 fue vedada la posibilidad de un canje de prisioneros que pretendia realizarse en Barcelona y más tarde se frustro una propuesta dramática por parte de las autoridades mallorquinas para evacuar los reclusos de Cabrera….
A los pontones de Cadiz seguian llegando prisioneros de guerra y en mayo, sin echar mano de los navios españoles, los ingleses trasladoron casi a 4.000 prisioneros a Inglaterra, quizas con el objeto de sacar algún partido de la guerra y cangearlos por soldados británicos, toda una lección de hipocresia y poder envuelto en buenas formas.
Los documentos britanicos son especialmente reveladores a la hora de dar a conocer el papel central de Gran Bretaña en determinar el destino de los prisioneros de guerra de Bailén.
Los archivos de la Royal Navy y la British Foreign Office, contienen unos datos que arrojan nueva luz sobre una historia no contada en 200 años, si alguien quiere saber más sobre estos sucesos pueden consultar los archivos del Kew Gardens en Londres y al profesor de Ciencia Politica de la Universidad de Ontario, Canada, Denis Smith.
La mayoria de las veces las cosas no son blancas y negras, los españoles más que nadie deberiamos saberlo y sin embargo por alguna extraña razón nos empeñamos en tirar piedras sobre nuestro propio tejado sin contar y apesar de nuestra forma de ser, que nuestra humanidad y solidaridad para con los demas pueblos siempre ha sido una constante en nuestra azarosa historia, no siempre bien contada. Empeñandonos en ver las cosas desde los ojos de otros que quieren vernos como no somos.
Por el estudio y por una lucha constate de quienes somos para bien y para mal. Gracias.
Efectivamente, como bien apunta Juan de forma tan extensa y precisa, el autor de las memorias también hace un repaso de todo este tema de alianzas con Inglaterra, de la redacción de los términos de la Capitulación, de los personajes que intervinieron en toda esta contienda (sir Hew Dalrymple, lord Collingwood, al que menciona en varias páginas; Castaños, Dupont, Morla…), de incumplimientos y ruptura del tratado, etc.
Sin embargo, los ingleses están mejor considerados que los españoles en el libro, ya que de vez en cuando les llegaba de ellos algún barco con ropa y comida adicional, mientras que la experiencia que tenían con los expañoles era de guerra pura y dura.
De lo que sí está convencido el protagonista es de que Napoleón no pudo hacer otra cosa con respecto a Cabrera. Dice que «el emperador no pudo cambiar nuestra suerte, porque si no, lo habría hecho… ¡Era un padre para sus soldados!». De aquí precisamente surge el título del libro: «Cuando el padre nos olvida».
Saludos a todos los «historiadores» de esta estupenda página web.
Laura
Supe de este caso hace ya una pila de años -son cosas de la edad, qué se le va a hacer-, y al releerla hoy en tu blog me sigue espeluznando, si el hombre es capaz de hacer cosas inimaginables en tiempo de paz, qué no es capaz de hacer en tiempo de guerra.
Homo homini lupus. 🙁
@Max, todo este cautiverio ocurrió durante la Guerra de Independencia. En 1814 se firmó la paz y fueron liberados.
Las cifras utilizadas en esta reseña son realmente aterradoras, como tantas y tantas otras cifras que vemos en nuestra vida.
Para Juan:
Veo que conoces en profundidad el tema. ¿Podríamos contactar? Me interesa el tema como historiador. jmongecruz@terra.es
Ea, pues cuando queráis venir a visitar la isla donde pasaron el cautiverio todos esos franceses (aun siguen apareciendo restos cada dos por tres) me lo decís. Y no os comáis el tarro por las cosas de la guerra, el hombre no es más que un animal evolucionado mentalmente demasiado rápido, (Algunos claro), pero que sus instintos no han seguido a la par, cazadores, territoriales y amigos de lo ajeno, miradlo como una forma mas de regular la demografía, como la carretera, las pandemias y demás, quizás suene bestia pero parad a pensarlo, y sobretodo no lo dudeis todos y cada uno de nosotros somos lo que somos, puede llegar a aflorar o no, puede impulsarnos la necesidad o no, pero esta ahí siempre latente.
Por cierto lo que a los franceses les pareció una carcel en su encierro, es un pequeño vergel en libertad, del que aun me quedan por disfrutar bastantes años espero. Un saludo a todos-as
La conocía, pero la información es muy buena y el comentario del tal Juan, genial.
Si queréis leer la obra en idioma original, podéis descargarla gratis de aquí:
http://gallica.bnf.fr/
En la casillaa de búsqueda o recherche, poneís «Cabrériens», pulsáis OK y os saldrán algunos títulos.
Froger, Gabriel, Souvenirs de l’Empire. Les Cabrériens
[…] […]
Hola! Quisiera saber si además de Cabrera y Canarias se enviaron prisioneros de guerra franceses a otros lugares.
La culpa es toda francesa. Primero por invadir nuestro pais. Diganme ademas, qué hubieran hecho ustedes con 14.000 soldados enemigos mientras otros 300.000 se acercan sembrando el caos. Pues no hay otro remedio chicos, o los fusilas o los metes donde no molesten. La Guerra es muy bonita en la gran pantalla pero la realidad es la que es. Segundo, los franceses jamás intentaron ir a rescatar a sus prisioneros de Cabrera, tuvieron 6 años y una superioridad material considerable para hacerlo pero es que ni lo intentaron: los dejaron a su suerte porque habian avergonzado a Napoleón con su primera derrota en tierra. Solo faltaba que la culpa fuera Española.