El matrimonio entre individuos con ascendencia común ha sido una constante a los largo de la historia en las monarquías europeas. Los matrimonios endogámicos, por cuestiones de Estado, se utilizaron para sellar alianzas políticas o estrategias económicos que, con el paso del tiempo, derivaron en descendientes con taras físicas y mentales e incluso, como en nuestro país con Carlos II, acabaron con una dinastía.

Al poco tiempo del fallecimiento de Eduardo VII, monarca del Reino Unido y emperador de la India, conocido como el tío de Europa porque estaba emparentado con casi todas las monarquías europeas, estallaba la Primera Guerra Mundial que podríamos llamar la Guerra familiar de Eduardo VII.

  • Padre de Jorge V, rey de Inglaterra.
  • Tío de Guillermo II, kaiser de Alemania, y de Nicolás II, zar de Rusia.
  • Primo de Constantino I, rey de Grecia.
  • Cuñado de Alberto I, rey de Bélgica; de Manuel II, rey de Portugal y de Fernando I, rey de Bulgaria.

Además de otros, que no participaron en la Primera Guerra Mundial, como Alfonso XIII, rey de España, del que era tío.