La selección natural postulada por el naturalista Charles Darwin, se establece como la base de todo el cambio evolutivo. Es el proceso a través del cuál, los organismos mejor adaptados desplazan a los menos adaptados mediante la acumulación lenta de cambios genéticos favorables en la población a lo largo de las generaciones. Pero como hay mucho «visionario» que suele darle la vuelta a las cosas, apareció Trofim Lysenko, biólogo soviético, que con el apoyo de Stalin consiguió controlar y manipular la investigación para mejorar la producción agrícola de la URSS. Nadie podía criticar sus teorías y muchos científicos (sobre todo genetistas) vieron truncadas sus carreras, sus enseñanzas e incluso sus vidas. Llegó a decir: » la genética es una ciencia capitalista«.
Según su teoría, esta adaptación de las especies – según Darwin, natural y a lo largo de las generaciones – podía ser modificada radicalmente exponiendo a las especies a estímulos ambientales apropiados: enfriar semillas para adaptarlas a climas extremos, plantas de trigo que producen centeno… El resultado final fue un desastre para la agricultura rusa.
Pero como todo se puede mejorar, en este caso empeorar, en una conferencia en la Academia de Ciencias sobre la herencia de los rasgos adquiridos (Lysenko defendía que cualquier modificación radical sobre un ser vivo a lo largo de las generaciones acaba por ser «natural» en la especie modificada) el físico Lev Landau le preguntó:
- ¿Así pues, usted argumenta que si cortamos la oreja a una vaca, a su descendencia y así sucesivamente, tarde o temprano nacerán vacas sin orejas?
- Sí, es correcto.
- Entonces señor Lysenko, ¿como explica que sigan naciendo vírgenes?
Lamentablemente, años más tarde, Landau moría como consecuencia de un choque frontal contra un camión.
Jajajaja, qué pregunta más buena 🙂
Es genial. Una pregunta tan corta como incisiva. Me ha encantado. Un abrazo.
Desde Argentificia te he galardonado con el Premio Blog Dorado.
¿Y la fuente de esta historia cual es?
Porque yo tengo un libro de punset donde se afirma que el protagonista de esta historia no se llama lev llandau, sino eugene chudnosky….
http://miespejo.wordpress.com/2007/06/06/cuenta/
Hola Alejandro.
La anécdota está sacada de una vieja revista de curiosidades científicas (no recuerdo el título) de hace más de 10 años.
Se me ha ocurrido buscar en Google «Lysenko Landau» y puedes comprobar que esta anécdota se reproduce en miles de páginas y por los mismos protagonistas.
Un saludo
Esta historia la conocí a traves de la entrevista que Eduard Punset realizó a Chudnosky y no soy el único que tiene la misma fuente.
http://ostinato-rigore.bloc.cat/post/779/25936
Es curioso que para otorgar veracidad a una fuente se recurra a un ad-populum made in google, máxime si ademas visito varias de esas historias y en ninguna aparece la fuente. (Cosa que por cierto yo tampoco puse.. jejeje)
Y ya que estamos con temática darwinista recuerdo un reciente articulo de fogonazos en el que Darwin comprobó como todo un pais avalaba un hecho del que en realidad no existia evidencia ninguna de que asi hubiese ocurrido.
http://fogonazos.blogspot.com/2009/06/darwin-y-las-plantas-que-crecian-al.html
Supongo que nunca se sabrá la verdad o al menos yo no tengo intencion de realizar la labor extenuante para hallarla. Sin embargo prefiero confiar en una publicación de un divulgador-periodista que entrevista personalmente al protagonista que en la tipica curiosidad de revista sin fuente contrastada.
Eso y que ademas creo que el diálogo según Punset tiene mucha mas gracia y me parece un comentario mas ocurrente en una situacion como la que se describía.
Quizá algun dia, navegando por ahí, averiguare que sucedió realmente y quienes fueron los protagonistas. Hasta entonces, desconfiaré del ad-populum y de las curiosidades y leyendas urbanas muchas de ellas demostradas falsas y que aun así se siguen divulgando como verdad.
Un saludo.
Perdona Alejandro, mi intención no era justificar mi «fuente» por el número de entradas que aparecían buscando en Google, sólo me parecía curioso que los protagonistas, para muchos internautas, fueran los mismos.
Ahora que estoy en casa te puedo decir que la fuente es «Qué divertida es la ciencia» libro de la revista Muy Interesante del año 2001.
¿Sabes la edad que tenía Chudnosky cuando ocurrió esta anécdota?. Es sólo una curiosidad.
Un saludo
Casualmente el libro lo tengo prestado y ademas no recuerdo si aparecía la edad. Pero teniendo en cuenta que Lysenko murió en el 76 y Chudnovsky nació en el 48.. debió ser muy joven.
Yo creo que lo mas sencillo y directo seria preguntarle a él en persona. Quien sabe, a lo mejor fue Landau, el pasaba por ahi y se apunto el mérito.
Así despejamos las dudas.
Mi ingles no es muy bueno, te animas tu?
Email address: eugene.chudnovsky@lehman.cuny.edu
Phone Number: 718.960.8770
Office: Gillet Hall, 229
No contesta
La pregunta que ridiculizó a un visionario. http://j.mp/ckluZI #humor
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