Después de que un mozo de maletas llegase a ser un héroe de guerra y sus posteriores días de vino rosas, esta historia podía haber tenido un final feliz pero lamentablemente no fue así para nuestro protagonista… Henry Lincoln Johnson.
Johnson era un mozo de maletas que trabajaba en la estación de tren de Albany (New York) que dio un giro a su vida en 1917 cuando se alistó en el ejército. Lo hizo en el 369º Regimiento de Infantería, el primer Regimiento del Ejército de los EEUU compuesto por afroamericanos y puertorriqueños -estos últimos ciudadanos estadounidenses desde el dos de marzo de 1917, cuando el Congreso de Estados Unidos aprobó la Ley Jones-. A este regimiento le llamaban Harlem Hellfighters (Luchadores del Infierno de Harlem). Cuando los EEUU entraron en la Primera Guerra Mundial, los Harlem Hellfighters fueron enviados a Francia. Aunque la unidad no estaba muy preparada, la falta de efectivos de los Aliados obligó a integrarlos en el Cuatro Ejército Francés. A Johnson y a sus compañeros les enseñaron algunas palabras en francés y fueron enviados al frente en el bosque de Argonne. Durante una de las patrullas que le tocó hacer a Johnson en compañía de su compañero Needham Roberts, fueron sorprendidos por un pelotón de alemanes… se defendieron como pudieron pero ambos fueron heridos y los alemanes consiguieron hacer prisionero a Roberts. Johnson se enfrentó al dilema de avisar de la incursión alemana o ayudar a Roberts. Al estar herido, lo más lógico habría sido avisar a las fuerzas francesas pero nuestro protagonista era del Harlem… se armó hasta los dientes y activó el modo Rambo: salió corriendo hacia donde se habían replegado los alemanes lanzando granadas y disparando su fusil. Aunque volvió a ser herido -ahora activó el modo Benavidez– consiguió llegar hasta el grupo de alemanes y cuando se quedó sin balas utilizó su fusil como un bate de béisbol hasta que los destrozó. Sacó su machete y siguió con la carnicería… cuatro alemanes muertos, más de 10 heridos y otros tantos que huyeron cuando llegaron los franceses. Black Death (La Muerte Negra) -que así lo llamaron desde aquel momento- tenía 21 heridas pero había salvado a su compañero y había evitado la incursión del enemigo.
Johnson fue el primer estadounidense en recibir la Croix de Guerre, el mayor galardón al valor otorgado por el gobierno francés. Cuando terminó la guerra, los Harlem Hellfighters fueron recibidos con honores -de hecho fue el regimiento más galardonado en la Primera Guerra Mundial- en un desfile encabezado por el sargento Johnson en la Quinta Avenida de New York.
Sus días de vino y rosas sólo duraron un par de años. Cuando fue licenciado no hicieron constar sus múltiples lesiones y, por ello, se le denegó la pensión de invalidez. No quiso seguir con aquella batalla y trató de retomar su anterior trabajo, pero las secuelas de todas sus heridas le impedían llevar peso y estar mucho tiempo de pie. La imposibilidad para encontrar un trabajo acorde a su muchas limitaciones le hicieron refugiarse en la botella. Alcoholizado, su mujer y sus tres hijos le abandonaron… el héroe de guerra se convirtió en un indigente. En 1929, con apenas 32 años, fallecía… sin el reconocimiento oficial del gobierno de los EEUU.
Sólo años más tarde, y por la lucha de su hijo Herman que formó parte de los Tuskegee Airmen en la Segunda Guerra Mundial, obtuvo el reconocimiento merecido a título póstumo: en 1996 el presidente Bill Clinton le concedió el Corazón Púrpura y en 2001 la Cruz del Servicio Distinguido.
Información Bitacoras.com…
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Y mira que me da que lo acontecido a posteriori no fue casual…..
Otra historia de perdedores. Acaban su vida con 32 años e indigente. No es la primera vez que sucede.
Un beso
No creo que fuera por la patria, ni por un sentimiento patriótico, fue por su compañero, que en la guerra, es más que eso, es tu único vínculo familiar, es tu hermano…
Desagradecidos e inhumanos que son los norteamericanos en estos casos. Tú sirves a la patria y das lo mejor de ti y luego la patria te da la consabida patada en el culo.
Un saludo.
Lo siento, lo he respondido arriba.
Muy americano el final, cuando alguien ya no es útil se deshecha
Besos
Nela
Me recuerda a la historia de Ira Hayes, uno de los protagonistas de la famoso foto de Iwo Jima
historia muy americanas de heroe a villano en poco tiempo y finalmente reconocido grande los USA
El que fuera negro no fue un determinante es que fuera licenciado sin el reconocimiento de sus heridas?
[…] De mozo de maletas a indigente, pasando por héroe de guerra […]
Ya lo decía John Rambo, ‘…y aquí no me dan ni un misero trabajo de lavacoches’
Luchar por tu pais esta muy bien, el problema llega cuando ves que la gente de tu pais nunca te considero un ciudadano.