Son muchos los testimonios que nos han llegado de la barbarie nazi durante la Segunda Guerra Mundial, pero cuando los protagonistas son niños, como las hermanas Eva y Kitty, las historias se recrudecen y nos hacen dudar de la condición humana de sus verdugos.

En la conferencia de Munich de 1938, Alemania recuperaba los Sudetes (zona fronteriza con Checoslovaquia) con el consentimiento de Francia y Gran Bretaña. La incorporación de los territorios limítrofes checoslovacos a la Alemania nazi, dejaría al resto del país incapaz de resistir a la posterior ocupación. En la ciudad de Brno (Checoslovaquia), vivía el matrimonio Brunner con sus hijas Kitty y Eva, de 7 y 5 años respectivamente. La persecución de los judíos -los Brunner lo eran- les obligó a huir. Lamentablemente, y yo diría que incomprensiblemente, sólo consiguieron dos visados y los utilizaron los padres para huir a Palestina, bajo mandato británico en aquel momento. Las niñas quedaron al cuidado de un familiar… que las tuvo que dejar en un orfanato en Brno cuando le tocó huir a él.

Eva

Eva

Kitty

Kitty

El 19 de marzo de 1942, Kitty y Eva fueron llevadas al campo-ghetto de Theresienstadt (Checoslovaquia), hoy Terezín. Este campo se utilizó por la propaganda nazi para venderlo al exterior como una colonia donde los judíos eran reasentados (incluso se rodó en Theresienstadt una película/documental con el título de Der Führer schenkt den Juden eine Stadt, «El Führer regala una ciudad a los judíos»). En junio de 1944 se permitió que una delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja visitase el campo… previamente adecentado y sus ocupantes aleccionados de lo que debían decir y hacer. El único consuelo de las niñas durante sus días en el campo fueron los lápices de color de los que nunca se separaban. Durante meses, estuvieron adornando los rincones del campo con sus pinturas llenas de color: flores, mariposas, árboles, nubes… En un principio, aquellas pinturas hicieron gracia a los responsables del campo y permitieron que Kitty y Eva evitasen su deportación a los campos de exterminio, hasta que el 18 de mayo de 1944 (un mes antes de la visita de la Cruz Roja) las niñas fueron enviadas a Auschwitz. Entraron en las cámaras de gas cogidas de la mano. Siempre he dicho que es un error juzgar la historia pero hay casos, como este, que es difícil no hacerlo.

Fragmento de la película Der Führer schenkt den Juden eine Stadt

Fuentes e imágenes: Enciclopedia del Holocausto, Ghetto Fighters House Archives – 1, 2, Anécdotas de la Historia – Pancracio Celdrán.