Aunque el cepillo de dientes, tal y como hoy lo conocemos, lo inventó William Addis en la cárcel de Newgate (Inglaterra), el hecho de limpiarse los dientes debe ser tan antiguo como el comer… imaginad lo molesto que debía ser llevar un hueso de mamut entre los dientes todo el día. Dejando a un lado la herramienta utilizada, nos centraremos en el dentífrico. Los egipcios hacían una pasta dental resultado de mezclar pezuñas de buey quemadas y trituradas, mirra, cáscara de huevo en polvo y piedra pómez. Se desconoce las cantidades de cada uno de estos ingredientes, pero sí que con ella se frotaban los dientes con los dedos o con un palito. También se sabe que los chinos utilizaban alguna mezcla de diversos ingredientes para limpiarse los dientes. Y llegando hasta Roma vemos cómo allí se perfeccionó la mezcla.

Implantes Roma

Las pasta de dientes de los romanos tenía como producto abrasivo –el que sirve para arrancar los restos de comida– conchas igualmente quemadas y trituradas, además añadieron miel, vino y plantas aromáticas para refrescar la boca y combatir el mal aliento. Con ésto, tendríamos solucionada la parte higiénica pero los romanos no dejaron de lado la parte estética. Recordemos que en Roma la orina se utilizaba en las fullonicas (lavanderías) para blanquear la ropa, gracias al amoniaco que forma parte de su composición. Así que, decidieron añadir la orina para blanquear lo dientes. Y aquí es donde entra en juego Hispania. No sé si sería por nuestra alimentación privilegiada (garum, aceite, jamón serrano…), pero el caso es que las clases pudientes de Roma exigían que la orina de su dentífrico fuese de Hispania.

Poema de Cayo Valerio Catulo:

[…] en el país de Celtiberia,
lo que cada hombre mea, lo acostumbra utilizar para cepillar
sus dientes y sus rojas encías, cada mañana,
de modo que el hecho de que tus dientes están tan pulidos
solo muestra que estás más lleno de pis.

Pero como no todos podían tener acceso a esta pasta de dientes tipo gourmet, también se utilizaban otras dentífricos más accesibles y más… bueno que cada uno decida:

cerebros de ratón en polvo.

Fuentes e imagen: BBC, The History of Teeth Cleaning, Teeth White, DentPrive