En 1029, el rey Olaf II de Noruega volvió del exilio para recuperar el trono perdido frente a los daneses. Al año siguiente, en la batalla de Stiklestad, fue herido de muerte. Junto a Olaf, luchaba su hermano Harald Hardrada que pudo huir con un grupo de fieles. Se contrataron como mercenarios al servicio de Yaroslav I el Sabio, monarca del estado Rus de Kiev (territorio del actual Ucrania, Bielorrusia, Polonia, las Repúblicas Bálticas y parte de Rusia), donde ganaron un gran prestigio que, poco más tarde, les sirvió para formar parte de la Guardia Varega del Imperio Bizantino.
Al servicio del imperio luchó en las campañas de Sicilia, donde, gracias a su ingenio, consiguieron tomar una ciudad que parecía inexpugnable. Al grosor y la altura de las fortificaciones había que añadir que disponían de pozos naturales y, además, que disponían de suministros para pasar varios meses de asedio. Harald permaneció durante varios días buscando alguna brecha, punto débil o resquicio por el que poder atacar… nada de nada. De lo que sí se dio cuenta es de que, durante todos los días que estuvo estudiando aquella fortaleza, cientos de gorriones volaban hacia el bosque para buscar alimento para sus crías y luego regresaban a sus nidos en el interior de la ciudad. Ordenó a sus soldados que capturasen el mayor número de pájaros que pudiesen pero solamente los que salían de la ciudad. Ataron a sus patas pequeños trozos de madera, que previamente habían impregnado con brea y azufre, y les prendieron fuego. Los pájaros, asustados, volaron rápidamente hacia sus nidos. Como la mayoría de estos nidos estaban situados en las cornisas de las casas construidas de madera, paja y otros elementos altamente inflamables, cientos de pequeños fuegos comenzaron a devorar la ciudad. Los habitantes de la ciudad salieron huyendo del fuego y pidiendo clemencia. Harald tomó la ciudad y les perdonó la vida.
Estos triunfos le supusieron el reconocimiento del emperador bizantino Romano III, pero Harald creía que había llegado el momento de volver a Noruega y reclamar su trono. El emperador no le permitió partir y Harald, con parte de la Guardia Varega, huyó hacía tierras nórdicas. En 1047, fue coronado Harald III de Noruega. Falleció en la batalla de Stamford Bridge (1066) cuando trataba de invadir Inglaterra.
Extraído del libro «Nunca me aprendí la lista de los reyes godos«
Muy inteligente esa estrategia.
Más vale maña que fuerza.
Un saludo.
Harald tampoco era un angelito, su apodo era «el Despiadado».
Salu2
Que conquistador no es despiadado y usa sus soldados como simples balas?
Muy interesante! Está claro que era un hombre observador porque no creo que muchos se hubieran dado cuenta.
A veces, los pequeños detalles que para muchos pasan desapercibidos son los que marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Como curiosidad, Harald murió luchando contra Harold. Efectivamente, fue derrotado por el rey Harold II, último rey sajón de Inglaterra, que días después murió de otro flechazo en la batalla de Hastings.
Acerca de Harald y Harold y la batalla de Stamford Bridge os recomiendo un breve relato de Borges titulado «El Pudor de la Historia» que aparece en «Otras Inquisiciones».
Bueno, algo parecido se hacía en los años 50: Se cogía un gato y se le ponía brea en la cola, luego una cerilla y el gato arrasaba bosques, cuadras o casas, según adonde se le diese por ir.
[…] » noticia original […]
Es increible cuantos reyes morian en combate, os imaginais que Aznar y Bush hubiesen muerto luchando en Iraq???
Seee. Junto con todos sus fieles…
Pues hubiese sido lo suyo pero es más fácil mandar a los soldados a morir por ellos…
Un sueño….
Los USA intentaron hacer lo mismo con murcielagos con Japon en la segunda gruerra mundial
Ya publiqué un artículo de los animales utilizados como bombas.
http://historiasdelahistoria.com/2010/08/27/animales-utilizados-como-bombas/
la prueba de la bat_bomp http://en.wikipedia.org/wiki/Bat_bomb
Me recuerda a los japoneses que mandaban globos de aire con bombas y las propias corrientes de aire los hacían caer en USA
Pero en el caso que comentas no fueron muy efectivos, pocos llegaban a su destino y los japoneses decidieron desecharlos.
Una anecdota identica habia leido yo sobre el asedio de Gengis Kan a una ciudad china, solo qie incluía gatos.
Muchas veces me pregunto por qué les llamalos animales… a ellos.
El mismo pensamiento he tenido. Trataron de coger a todas las «mascotas» (perros,gatos,aves…) y… Al prenderlas fuego, los pobres bichos volvían despavoridos buscando refugio en sus propias casas y graneros.
[…] Flores de Bach y el valor de la ciencia en políticas públicas 3 alma 12 ¿Cómo tomar una ciudad aparentemente inexpugnable con unos cuantos gorriones? plus por jsanz en cultura | historia hace […]
Javier, perdóneme, pero aquí veo varias contradicciones, que a mi parecer hacen inviable que los gorriones pudiesen llevar el fuego en palitos atados a sus patas a la fortaleza. Soy criador de pájaros y los conozco bien. 1º los palitos deberían ser muy pequeños, poca la brea, y atados lo más cerca del gorrión a 10-15 cm., pues de estar más cerca, la llama de la brea ardiendo les quemaría las patitas y las plumas y no podrían volar. 2º- La cuerda (pues debía ser un pequeño cordel, pues no creo que en esa época existiese el alambre metálico muy fino que es lo que se necesitaría para este cometido), se quemaría con la llamita y se caería antes de llegar al nido. 3º – el gorrión no podría volar con el peso, pues aunque fuese el palito muy pequeño y la brea poca, el peso les impediría enormemente el vuelo, y no creo que pudiesen hacerlo (por eso las aves tienen los huesos huecos, para reducir el peso y poder volar) 4º- Si les ataban muy cerca los palitos con la brea, los gorriones se quemarían las patitas y las plumas y no volarían, y 5º los gorriones, aunque no lo parezca, son muy listos, y nunca irían a su nido estando asustados con el fuego para poner en peligro a sus crías: huirían despavoridos en cualquier dirección, menos en la de sus crías. No irían al nido. (Esta es mi opinión)
Saludos. ARVAM
jajajaja
Perdonad, la alusión de AVRAM me parece muy divertida y muy instructiva.
La historia aparece en “La Saga del Rey Harald” del historiador islandés del siglo XIII, Snorri Sturluson.
Y buscando una explicación a lo que tú comentas podría ser algo así (idea que dan en meneame): empapar la cuerda con brea, que es difícil de apagar, el extremo de la cuerda al que se ate el trocito de madera y con un poquito de barro el resto. Mientras se consume la capa de brea, arde ésta, no la cuerda, y la humedad y el barro evitan que arda el resto de la cuerda (y el pájaro). Con un tamaño suficiente para que no se queme el pájaro, sólo se asuste, y vuele al nido buscando refugio.
Los tejados eran de teja o simples terrazas de argamasa/mortero: las vigas de madera y un entramado final de ramas y paja hacen de sostén por debajo. Los pájaros suelen hacer nidos debajo de los tejados, entre la estructura de madera y ramas, colándose por los huecos que se suelen dejar en los voladizos para que el desván se airee y no se enmohezca esa estructura interior. Para prender este tipo de material es suficiente un pequeño pegote de brea ardiendo.
Gracias ARVAM.
Si, lo del barro me parece correcto, y la brea y el palito ya sé que debería ser el palito muy pequeño, y la brea una o dos gotitas…, pero yo veo todos los días mis pájaros, que están sueltos en casa y vuelan libremente, y con comida y agua en abundancia… y su observación y cuidados me han demostrado que cuando comen demasiado y tienen el buche lleno (se ve abultado a simple vista), hay veces que no pueden volar, y cuando lo intentan, se caen al suelo y yo los tengo que coger y subir a sus posaderos. Si esto sucede simplemente con el peso de su buche demasiado lleno, imagina con un peso (aunque sea minimo) atado a sus patitas y colgando: no pueden, además de que, como ya he comentado, nunca pondrían en peligro su nido y sus crías, e irían en cualquier dirección que les alejase de las crías, y nunca al nido. Mi opinión es que no serían gorriones, sino otras aves algo más grandes, que sí podrían hacerlo, ya que los gorriones son demasiado pequeños para este cometido. Otros mayores sí podrían.
Gracias, y saludos de nuevo. ARVAM.
Pues como tú dices, puede que tengas razón y fuesen otro tipo de pájaros mayores.
Saludos
Pdata. Javier: no me has contestado a lo que te comenté por mensaje de facebook, sobre el libro que te ofrecí prestarte de «El diario del mundo» – La Historia como noticia. (El libro enorme que cuenta la historia en formato de periódico, y en clave de humor… ¿Es que ya no quieres leerlo?
Gracias de nuevo. ARVAM
Fallo imperdonable por mi parte. Con el rollo del libro no sé ni dónde estoy. Te contesto por la misma vía.
Perdón amigo.
No me da tiempo a leerme todos tus artículos pero he tenido la suerte de leer este, me ha encantado. Qué inteligencia.
Gracias tocayo.
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: En 1029, el rey Olaf II de Noruega volvió del exilio para recuperar el trono perdido frente a los daneses. Al año siguiente, en la batalla de Stiklestad, fue herido de muerte. Junto a Olaf, luchaba su hermano Harald Hardrada …..
y por que no lanzaban flechas con la punta en llamas ???
Curiosa anécdota! un saludo
Porque si ellos llegaban con sus flechas incendiarias a la ciudad también desde la ciudad llegarían hasta ellos.
A medida que iba leyendo las respuestas y en especial al leer la de @alicio racionero me preguntaba lo mismo sin caer en la lógica aplastante, si ellos llegan, los enemigos en su refugio también.
Hoy ha sido entretenida la historia de los gorriones y los comentarios. El libro, por lo que se puede ver en esta pequeña historia debe de llevar un palito que marca la diferencia para ser comprado.
Ahora tendré que estudiar a los pájaros también..
Un beso
Considero necesario un botón de ALEATORIO que salte de historia en historia. He dicho.
Veo mucho entendido en historia me da la impresión de que tu libro es ya mismo un éxito total, gran triunfo, ya verás…
Abracito Javier y disfruta este domingo TQM,
Gracias, guapa.
Un beso
Pajaros de mal aguero…..
No, si yo siempre lo he dicho: no te puedes fiar de los gorr(i)ones.
Apúntate una 🙂
original… un poco a lo ‘troya’
[…] >> extraído de: http://historiasdelahistoria.com/2012/11/22/como-tomar-una-ciudad-inexpugnable-con-unos-cuantos-gorr… […]
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Imposible. No hay mucho q discutir. Q me explique alguien como se capturan gorruones suficientes, como se consigue el fuego, q no se extinga, que los gorriones vuelen a casa (si le das fuego a un pájaro, dudo q su instinto sea volver a casa), y lo más difícil, q un gorrión le pege fuego a un edificio… Seamos un poco serios, no hay q creerse todo lo q cuenten las crónicas de hace 1000 años
Por qué no se nombra a la ciudad tomada? De esa forma más que un hecho histórico parece una leyenda, como la ínsula Barataria.
jejeje, hombre, como poco es rebuscado el metodo. Si quieren incendiar la ciudad pues flechas incendiarias o cualquier cosa similar, y si los de la ciudad llegan tambien, pues pones a los arqueros detras de parapetos como se ve en en algunos relieves asirios. Que no quita para que me encante la anecdota asi como el resto de tu web 😉
[…] COMPARTE: JAVIER SANZ — 22 NOVIEMBRE 2012 […]