Durante la Segunda Guerra Mundial, los japoneses establecieron burdeles militares en los países que ocuparon. Miles de mujeres de Corea, China, Filipinas… se vieron obligadas a prestar servicios sexuales a los militares del ejército imperial japonés.. Fueron las llamadas «comfort women» (mujeres consuelo). Las mujeres jóvenes de países bajo el control japonés eran secuestradas de sus hogares o engañadas con falsas promesas de trabajo. Una vez reclutadas, eran encarceladas en «confort stations» (auténticos prostíbulos) donde eran obligadas a satisfacer la necesidades de los japoneses. Muchos negaron la existencia de este tipo de esclavitud, otros llegaron a justificarlo con argumentos tan peregrinos y miserables como aumentar la moral de las tropas, para evitar masivas violaciones, prevenir la propagación de enfermedades de transmisión sexual…

Todo permaneció oculto hasta que en 1991 la coreana Kim Hak-Soon, ya con 63 años, no pudo aguantar más y contó al mundo la existencia de las comfort women. Investigaciones posteriores y un informe de la Oficina de Guerra de los EEUU confirmaron los datos de Kim. El citado informe americano dejaba claro que no era un hecho puntual sino que todo estaba perfectamente regulado:

  1.  Soldados. Horario: 10:00-17:00 Precio: ¥ 1,50 Tiempo: 20 a 30 minutos
  2.  Suboficiales. Horario: 17:00-21:00 Precio: ¥ 3,00 Tiempo: 30 a 40 minutos
  3. Oficiales. Horario: 21:00-24:00 Precio: ¥ 5,00 Tiempo: 30 a 40 minutos

Para regular la masiva afluencia de soldados, se establecieron turnos para las distintas unidades del ejército:

  • Domingo – Infantería
  • Lunes – Caballería
  • Martes – Ingenieros
  • Miércoles – Día de descanso semanal y un examen físico.
  • Jueves – Los médicos
  • Viernes – Artillería
  • Sábado – Transporte

Se creó el Consejo Coreano para las Mujeres Reclutadas para la Esclavitud Sexual por Japón que exigió al gobierno japonés:

  • Admitir la existencia de las esclavas sexuales.
  • Una disculpa pública.
  • Un monumento homenaje a las víctimas.
  • Que los sobrevivientes y las familias de las víctimas reciban una compensación.

A fecha de hoy, todavía siguen esperando…

Fuentes e imágenes: The Independent, Tolerance, BBC, Korean History