A falta de testimonios personales que nos confirmen o desmientan que la postura del misionero es anterior a los misioneros (aunque ya os anticipo que lo es), para responder a la pregunta que encabeza este artículo no nos queda más remedio que recurrir a las pruebas arqueológicas en el ámbito de las relaciones sexuales entre sapiens. Y hablo de relaciones sexuales, que no de prácticas sexuales, porque de ser así tendríamos que viajar hasta el yacimiento de Hohle Fels (Alemania), donde en el año 2005 se encontró, hasta la fecha de hoy, lo que puede considerarse como el consolador más antiguo de la historia. Se trata de un falo de piedra perfectamente pulido de unos veinte centímetros de largo -la medida estándar en mi pueblo- que tendría unos 30.000 años de Antigüedad. Y como en aquella época eran de consumir productos locales y de temporada, reducir, reutilizar y reciclar (es lo que tiene ser nómada y no poder llevar mucho equipaje), por las muescas que tiene parece que también lo utilizaban para golpear rocas y extraer lascas que servirán para hacer puntas de lanza, cuchillos o rascadores de espalda. Ahí queda eso…
Y volviendo al tema que nos ocupa, encontramos una representación gráfica de relaciones sexuales entre nuestros ancestros prehistóricos en la cueva de los Casares en Riba de Saelices (Guadalajara, España) de hace más de 25.000 años…
Aunque es verdad que en el arte rupestre hay que tener, como en el abstracto, mucha imaginación, aquí queda muy claro lo que hacen y quién es quién -el falo desproporcionado y las enormes caderas, típicas de las representaciones de las Venus paleolíticas, son demasiado evidentes como para obviarlos-. Y si, por propia definición, las pinturas rupestres son representaciones pictóricas de la vida cotidiana de nuestros antepasados, queda demostrado que en la Prehistoria ya era habitual la postura misionero. Vale, ya sé que os estaréis preguntado por qué nuestro don Juan no está mirando a los ojos de su amada y sí pendiente de su espalda en actitud vigilante. Yo lo hice, y me pregunté ¿no será que está con la vecina de la cueva de arriba y no con su parienta? Pues no, la realidad no es tan picante, este grabado es parte de uno mayor que representa el ritual de la fecundidad (el hombre estaría pendiente del chamán que está detrás de ellos… o eso dicen los que entienden). Eso sí, esto ni quita ni pone a nuestra teoría de que ya lo hacían utilizando la postura del misionero.
Por cierto, también tenían entretenimiento erótico…
Excelente artículo. Me ha encantado el sentido del humor que le pones.
gracias javier sanz