Tras la victoria en la Guerra Civil, el régimen totalitario impuesto por el franquismo desarrolló un exhaustivo control de todas las facetas de la vida cotidiana así como de los medios comunicación con el objetivo de adoctrinar y controlar a la población. Sumisión, servicio y sacrificio son los valores transmitidos para una mujer que debe ser esposa, madre y servidora de la Patria. En clara inferioridad respecto al hombre, la vida de la mujer se circunscribe al cuidado del hogar y de los hijos, y su vida pública se limita a comulgar y colaborar con los intereses del Régimen. En estrecha colaboración con la Iglesia, incluso se elaboran normas de conducta y códigos de vestimenta.
Una prueba de ello la encontramos en Iberia (1968), obra del escritor estadounidense James Albert Michener, premiado con el Pulitzer en 1948.
España es una tierra inmemorial como ninguna otra. Iberia es el tributo permanente de no ficción de Michener a su querido segundo hogar. En la fresca y vívida prosa que es su marca, él no solo revela la célebre historia de toreros y reyes guerreros, pintores y procesiones, catedrales y huertos de olivos, también comparte el país íntimo, a menudo escondido, que llegó a conocer, donde la simpatía de las almas vivientes se empuja contra el peso oscuro de la historia. Salvaje, contradictorio, apasionadamente hermoso, esto es España como lo experimentó un maestro escritor.
En este recorrido por España -«el castillo de los viejos sueños y las nuevas realidades«-, Michener incluye unas normas de conducta para las mujeres encontradas en una pequeña localidad -de la que no cita el nombre-, fechadas en 1943 y clavadas en puerta de la Iglesia del pueblo, a modo de las tesis de Lutero en la Iglesia del Palacio de Wittenberg.
1.- Las mujeres no saldrán a las calles de este pueblo con vestidos demasiado apretados en esos lugares que provocan las bajas pasiones de los hombres.
2.- Nunca deben usar vestidos demasiado cortos.
3.- Deben tener especial cuidado de no llevar vestidos que tengan corte en el frente.
4.- Es vergonzoso que las mujeres vayan por la calle en manga corta.
5.- Las mujeres por la calle deben usar medias.
6.- Las mujeres no podrán llevar ropa transparente o de red sobre aquellas partes que la decencia requiere que se cubran.
7.- A la edad de doce años, las niñas deben comenzar a usar medias y vestidos que lleguen hasta la rodilla.
8.- Los niños pequeños no deben salir a la calle con las piernas desnudas.
9.- Las niñas nunca deben caminar por lugares apartados porque hacerlo es inmoral y peligroso.
10.- No es decente que las mujeres y las niñas vayan en bicicleta.
11.- No es decente que las mujeres vistan pantalones.
12.- Está estrictamente prohibido el baile moderno de las ciudades.
Fuente: Small town spanish life en 1943
Hola don Javier, da rabia sólo leer la forma en que discriminaban a las mujeres
Así ha sido la historia, pero dentro de poco les vamos a rendir un merecido homenaje a las mujeres que la historia o, mejor dicho, los que escribieron la historia dejaron a un lado u olvidaron. Y, en general, a todas las mujeres
Hola, Javi. Yo no veo que lo de la ropa y prohibiciones hayan cambiado. Son los hombres y, encima, cada vez más jóvenes sigan acosando, maltratando, etc..Hoy he leído, de buenas fuentes, que cada 8 horas hay una violación.
Sin palabras me he quedado.
Un abrazo fortísimo.
Y sin embargo, al final, el régimen franquista tendría que pasar por el aro y empezar a «liberalizarse» para ser aceptado por los países occidentales. Nada que ver el ambiente represivo de los 40 con el de los 60…aunque también fuera represivo. También ayudó el que la sociedad española pasara de ser una nación de campesinos a una industrial. El franquismo ganó la guerra pero, al final, perdió la paz.
Es innegable la discriminación intolerable que sufrieron las mujeres durante el franquismo. Pero no creo que podamos determinar que existieran unas «normas de conducta en la España de los años 40» extrapolando a partir del contenido de un panfleto clavado en la puerta de una iglesia de un pequeño pueblo desconocido.
La discriminación de la mujer viene desde hace más de cuatro mil años tengan presente que la biblia convierte en estatua de sal a una mujer que mira a donde el hombre le prohíbe que mire, sinembargo, el hombre describe con detalle que sobre la ciudad llueve fuego y azufre.
Solo es UNA cita, pero la misma biblia nos da Miles de esa discriminaciónes.