Roselle y Salty fueron dos perros labradores que salvaron a sus dueños, Michael Hingson y Omar Rivera respectivamente, en el atentando terrorista del 11 de septiembre de 2001 en el World Trade Center de Nueva York. Hay una particularidad que diferencia a estos dos héroes de los muchos que hubo ese día: Michael Hingson y Omar Rivera son ciegos y Roselle y Salty sus perros guía.
Ambos perros estaban con sus amos en sus puestos de trabajo en la Torre 1 cuando se produjo el ataque a las Torres Gemelas, Roselle con Michael en la planta 78 y Salty con Omar en la 71. En medio del caos, el pánico, el humo, cascotes cayendo… Roselle y Salty mantuvieron la calma y fueron capaces de sacarlos de allí. Ambos casos son excepcionales, pero Roselle consiguió sacar a Michael… y a 30 personas más. Mientras Roselle y Michael bajaban por las escaleras -1462 hasta llegar a la calle-, el segundo avión impacto en la Torre 2, lo que provocó que mucha gente quedase desorientada sin saber qué hacer y presa del pánico. Al ver que Roselle sabía lo que hacía y que seguía su camino sin importarle todo el caos que le rodeaba, la gente se fue uniendo a ellos conforme descendían. Después de unas horas, todo el grupo había conseguido alcanzar la calle sanos y salvos.
A ambos se les reconoció su labor con varias distinciones estadounidenses y la británica Medalla Dickin…
Por permanecer lealmente al lado de sus propietarios ciegos, con valentía les ayudaron a bajar más de 70 pisos del World Trade Center y los llevaron a un lugar seguro tras el ataque terrorista en Nueva York el 11 de septiembre 2001.
Salty falleció el 28 marzo de 2008 y Roselle el 26 junio de 2011. A título póstumo, Roselle fue nombrada American Hero Dog of the Year in 2011 superando a otros 7 finalistas en una votación en la que participaron más de 400.000 personas.
Apollo, un perro de la unidad K-9 del Departamento de Policía de Nueva York, también fue galardonado con la Medalla Dickin en reconocimiento a la labor realizada por todos los perros de búsqueda y rescate tras los atentados del 11-S. Se concedió a Apollo en nombre de todos porque fue el primero en llegar a las torres.
Hola, Javier.
Qué intersante, bonita y conmovedora historia. No la conocía que yo recuerde.
Unas preguntas que me surgieron mientras leía tu artículo: ¿cuándo apareció la idea de utilizar perros en tareas de salvamento? ¿En qué país? ¿A quién se le ocurrió?
Gracias por tus posts.
Un saludo desde Oviedo.
unas horas no pudieron tardar en bajar. No hubo tanto tiempo.
Muchas medallas y todo lo que sea, perros, ¿perros?, animales, ¿animales?, yo los llamaría «seres», «seres maravillosos» para ser más explícito.
Ustedes en el artículo se refieren a ellos en los siguientes términos: «permanecer lealmente al lado de sus propietarios ciegos`’… objetos, así se refieren ustedes a estos seres de cuatro patas…
Si no tiene ni idea de cómo referirse a un maravilloso y mal llamado animal que salva vidas, cómo se referirán en su inconsciente a los «ciegos»… ¿propiedades sin luz?…
Algo tienen que escudriñar en sus inconscientes..
Yo soy un animal.
¿tu no lo eres?
¿esos perros no eran animales?
Puedes llamarlos como quieras a los perros, pero como dice el refrán «aunque la mona se vista de seda, mona se queda»
Algo tienes que escudriñar en tu inconsciente para querer ser o llamarte algo diferente de lo que eres.
¿Eres guionista de la Gente de Bart?
Un perro es un perro. Es una animal maravilloso y fiel, pero es un animal.
A ver si nos dejamos de chorradas de niños pequeños.
Al de los «seres», cómprate un libro de biología y cállate que tu silencio es más bonito.
Javier, gracias por compartir.
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