En el Tratado de Fontainebleau de 27 de octubre de 1807, firmado por Manuel Godoy, valido del rey de España Carlos IV de Borbón, y Napoleón I Bonaparte, se estipulaba la invasión militar conjunta franco-española de Portugal —el cual se había unido a Inglaterra—; además, se permitía para ello el paso de las tropas imperiales francesas por territorio español y se prestaría el apoyo logístico necesario. Bajo el mando del general Junot, las tropas francesas entraron en España el 18 de octubre de 1807, cruzando su territorio a toda marcha en invierno, y llegaron a la frontera con Portugal el 20 de noviembre. Sin embargo, los planes de Napoléon iban más allá, y sus tropas fueron tomando posiciones en importantes ciudades y plazas fuertes con objeto de derrocar a los Borbones y suplantarla por su propia dinastía.
Entre las tropas imperiales que invadieron la Península ibérica y que participaron en la Guerra de Independencia española había unos 20.000 soldados y oficiales polacos distribuidos en tres formaciones militares: la Legión del Vístula, la División del Ducado de Varsovia y el Regimiento de Caballería Ligera de la Guardia.
¿Qué hacían los polacos luchando a las órdenes de Napoléon?
En 1795, tras varias derrotas frente a Suecia y divisiones internas, la República de las Dos Naciones (Polonia y Lituania), también llamada Mancomunidad de Polonia-Lituania, quedó tan maltrecha que sus vecinos/enemigos (Imperio ruso, Prusia y Austria) no tuvieron muchos problemas para llegar a un acuerdo y repartirse el reino -no volvería a existir un estado polaco independiente hasta 1918-. Ante la desaparición de su patria, muchos polacos emigraron, sobre todo a Italia y Francia. El surgimiento de Francia, con Napoleón al frente, como potencia europea, y por aquello de «el enemigo de mi enemigo es mi amigo», los polacos vieron en el emperador a un posible liberador que les permitiese restaurar el estado polaco. La realidad es que Napoleón utilizó aquel sentimiento patriótico para hacerles creer que restablecería la independencia de Polonia y, de esta forma, convertir a aquellos apátridas, otrora polacos, en una fuente inagotable de reclutas que formaron un ejército polaco en el exilio bajo el mando francés.
Los polacos destacaban por su preparación, disciplina y valentía, y tuvieron un papel relevante en las campañas de Italia, Haití, Rusia… y España. En los dos asedios sufridos por la ciudad de Zaragoza (España) en 1808 durante la Guerra de la Independencia, los llamados sitios de Zaragoza, participaron alrededor de 3.500 polacos entre las filas imperiales. Los polacos tenían que luchar con un enemigo que, como ellos, estaba defendiendo su libertad e independencia, lo que les suponía una enorme carga moral al sentirse identificados con las mujeres y hombres que defendían Zaragoza hasta las últimas consecuencias. Aquellos que lograron sobrevivir y volver a su hogar contaron después la valentía de aquellas gentes, poniéndolas como ejemplo de luchadores por su libertad, tal y como decían que debían hacer ellos por Polonia. Prueba de ello, fueron las palabras del embajador de Polonia, Tomasz Arabski, y del historiador Jan Stanislaw, Director de la Oficina de excombatientes y personas represaliadas de Polonia, cuando en 2013 Zaragoza rindió homenaje a los 300 polacos caídos en los sitios de Zaragoza…
la resistencia del pueblo aragonés fue un ejemplo de gran patriotismo con el que se encontraron unos soldados que vinieron de lejos porque trataban de luchar por su libertad y se encontraron con otros jóvenes que luchaban por lo mismo. […] Nunca en la historia, los soldados polacos tuvieron tanta discordia moral como aquí en España […] esta intervención, en la que cayeron unos 300 soldados polacos, se convirtió en un remordimiento de conciencia nacional. El coraje que observaron del pueblo aragonés pervivió durante años en el espíritu de los polacos…
De hecho, las referencias al coraje aragonés se escucharon en Varsovia el 1 de agosto de 1944 cuando los polacos se levantaron contra los invasores nazis y lo hicieron al grito de…
Pamietajcie o Saragosiee! (¡Recordad Zaragoza!)
Fuentes: Soldados polacos en España – Fernando Presa González, Pamietajcie o Saragosiee! (Blog Historia de Aragón), El Periódico de Aragón
[…] ¡Recordad Zaragoza! El grito de guerra de los polacos frente a los nazis […]
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No sabía esta Historia de soldados polacos que lucharon al lado de los ejércitos napoleónicos, es una Historia muy interesante.
Se te pone el vello de punta.
Un saludo, Javier.
Hola.
Es cierto, una historia interesantísima como casi todas las de este blog.
Yo sabía que hombres de otras nacionalidades lucharon en el ejército napoleónico. Lo que no sabía es que Zaragoza sufrió dos sitios (pensaba que había sido uno). También desconocía que los polacos gritaron «¡Recordad Zaragoza!» cuando se levantaron contra el invasor nazi. Me he llevado una gran sorpresa. Nadie podría imaginar que el nombre de una ciudad española iba a sonar a miles de km y en semejante circunstancia 136 años después.
Un saludo desde Oviedo.
[…] […]
Hace unos meses visité Zaragoza, donde me encontré con un amigo zaragozano. Antes de ir estuve leyendo algo sobre los «sitios» para poder empezar una conversación. Tras una charla le pregunté si no se daban cuenta los zaragozanos de que la resistencia era inutil y que no había ninguna posibilidad de victoria. Su respuesta fue «Nosotros somos así». Sobran comentarios.
No al fascismo en POLONIA