Algunos han relacionado el problema sufrido por la máscara del Faraón Niño, recordemos, la restauración de la barba sagrada del dios Osiris pegada con «superglue», con la manida maldición de los faraones. Pero la historia va incluso mucho más allá; comienza a las dos menos diez de la madrugada del jueves 5 de abril de 1923 en una lujosa habitación del hotel Continental Savoy de El Cairo. Allí Lord Carnarvon, mecenas del descubrimiento de la tumba de Tutankhamón, realizado el 4 de noviembre del año anterior bajo la dirección del arqueólogo Howard Carter, parecía expirar sus últimas palabras diciendo: “he escuchado… su llamada… y le sigo”. Pocos minutos después todas las luces de El Cairo se apagaban dejando a la ciudad en un respetuoso luto. A la misma hora del fallecimiento del noble inglés, pero en Inglaterra, las cuatro menos diez de la madrugada, en su fastuosa mansión de Highclere la perra de la familia se sentó sobre sus patas traseras aulló lastimeramente y murió. Todo esto es absolutamente real. Así me lo han comunicado los propios descendientes de Lord Carnarvon. Ahora bien, ¿tiene algo que ver con algún tipo de maldición?
Una muerte anunciada
El fallecimiento de Carnarvon era el resultado de la “profecía” lanzada semanas antes, exactamente el 17 de febrero de 1923, cuando iban a abrir la Cámara Mortuoria de la tumba en el Valle de los Reyes. Arthur Weigall, Inspector del Servicio de Antigüedades de Egipto, comentó a Howard Carter: “Si (Lord Carnarvon) desciende a esa tumba, le doy seis semanas de vida”, como así fue. La explicación oficial fue que se había abierto afeitándose la pequeña herida que poco antes le produjo la picadura de un mosquito. La zona se le infectó y automáticamente le subió la fiebre, delirios, varios días en cama y finalmente la muerte. No sabemos quién fue el que encendió finalmente la mecha de la maldición. Las inexplicables muertes que se sucedieron tras el fallecimiento de Lord Carnarvon dieron alas a la prensa británica. Se hablaba de la supuesta existencia de una tablilla de cerámica descubierta en la Antecámara y que contenía la siguiente inscripción: “la muerte tocará con sus alas a todo aquel que ose despertar el sueño eterno del faraón”. Falso, nunca apareció tal texto.
Algunos de los rumores que rodearon a la muerte de Carnarvon mencionaban la presencia de una conocida médium, Velma, a la que solía consultar con frecuencia el Lord inglés. Velma publicó tras la muerte de Carnarvon un relato titulado The fatal curse from the tomb, (“La maldición mortal de la tumba”) en el que describía las poderosas fuerzas ocultas que rodeaban a su antiguo cliente. Según esta mujer, antes de marchar para Egipto, Carnarvon le pidió que le leyera la mano. En ella vio una mancha junto a la línea de la vida y advirtió al conde: “Veo gran peligro para usted. Lo más probable, dado que en su mano son tan fuertes las indicaciones de interés esotérico, es que el peligro surja precisamente de esa fuente”.
La lista negra de fallecidos
Creamos o no, hay constancia de la muerte en extrañas circunstancias de varias de personas que de alguna manera u otra estaban vinculadas con la tumba. El hermano pequeño de Lord Carnarvon, Aubrey Herbert, tuvo una muerte repentina en septiembre de 1923; el magnate ferroviario americano Jay Gould murió de neumonía por un resfriado cogido en su visita a la tumba; el egiptólogo francés Georges Bénédite murió de una afección respiratoria tras visitar la tumba; el ayudante de Carter, Richard Bethell, murió en extrañas circunstancias en 1929. El padre de éste, Lord Westbury, se suicidó al conocer la noticia de la muerte de su hijo, y mientras se transportaba al cadáver hacia el cementerio, el coche fúnebre atropelló a un niño de ocho años. El propio director del Servicio de Antigüedades, Arthur Weigall, el mismo que avisó de la proximidad de la muerte de Lord Carnarvon si se abría la Cámara Sepulcral de la tumba, falleció de unas extrañas fiebres.
Estas muertes por asociación, como muy acertadamente ha señalado el egiptólogo británico Nicholas Reeves, se alejan, en muchos casos, de los miembros directos del grupo que en teoría debían de haber sido los primeros en caer bajo el poder de la maldición. Sin embargo, su elevado número, casi veinticinco durante los primeros años de excavación de la tumba, las convierten en una cifra escalofriante.
Explicaciones racionales al enigma
En 1962, el médico egipcio Dr. Ezz Eldin Taha anunció la existencia de un peligroso hongo, el Aspergillus Niger, en algunos de los arqueólogos afectados por la maldición. Este hongo provocaba fiebres muy altas y afectaba de forma fatal a las vías respiratorias, lo que coincidía, entre otros casos, con la muerte de Lord Carnarvon. El Dr. Eldin, tras salir de la conferencia de prensa en donde había expuesto su novedosa teoría, murió en un espectacular accidente de tráfico…
A la misma conclusión llegó el Dr. B Smyk una década después cuando investigó las muertes de los miembros del equipo de investigadores que junto a él habían trabajado en la tumba del rey polaco Casimiro. Smyk descubrió que los objetos hallados en la tumba de la catedral de Cracovia estaban contaminados con enormes colonias de Aspergillus.
Otras hipótesis de trabajo se han encaminado a la creencia de que los antiguos egipcios conocían algún tipo de material radiactivo, que los sacerdotes egipcios utilizaran alguna clase de veneno, histoplasmosis (los excrementos del murciélago), etc.
Más recientemente se ha dicho incluso que la actriz estadounidense Brittany Murphy y su esposo pudieron morir envenenados por las colonias de hongos que había en su casa de Los Ángeles. El caso es que nadie cree en la maldición, pero yo siempre digo lo mismo; sea cual sea la explicación que se dé a las víctimas, solo podemos tener la seguridad de una cosa: las muertes son constatables. La maldición es real; explicarla, de una forma u otra, solamente refuerza su propia existencia.
Artículo escrito por Nacho Ares en la revista iHstoria
Y como todo lo que rodea a Tutankhamón está lleno de sorpresas, vamos a sortear un 3D Sculpture Puzzle de Tutankhamón entre todos los que comenten o compartan en las redes este artículo.
Información Bitacoras.com
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Es como dices. La maldición existe, ya que 25 en tan poco tiempo…
Otra cosa ya sería explicar en qué consiste la maldición. Saludos.
Muy buen artículo como siempre. Gracias!!!
Me gusta una canción del grupo warcry que habla de un faraón tratando de alcanzar la inmortalidad construyendo una pirámide. Al final la canción dice «Y si al final no he de renacer siempre quedará lo que aquí creé, ‘Se trató de aquel que tuvo el poder, que pudo retar a la eternidad’…. aún recordáis mi nombre?».
Maldicion no, pero veneno si que cuadra. Los aspergilus sobrevivirían tantos años?
Pues tengo entendido que el descubridor principal falleció un porrón de años después… aunque sí es verdad que tantas muertes en tan poco tiempo resulta sospechoso. Yo por si acaso no perturbaría más el descanso eterno de Tutankhamon xD
Muy interesante el artículo. Yo me inclino por la teoría de los hongos. Saludos!
Hola Sandra.
Eres la ganadroa de un 3D Sculpture Puzzle de Tutankhamón
Enhorabuena.
Los que hemos visitado la tumba, hemos constatado la existencia de manchas en los muros de la cámara mortuoria, incluso en la copia en tamaño real, que se realizo de toda la tumba para ser exhibida en el nuevo Museo Egipcio, están incluidas. Estas manchas son el vestigio de dichos hongos.
Saludos
Aunque me fascina este descubrimiento, mi faceta cientifica me inclina hacia la teoria de los hongos.
No me interesa hablar con claridad. Solo lo que se consigue con esfuerzo es apreciado.
No olvides que: «Un optimista solo es un pesimista mal informado».
En ultimas todo tiene una explicacion pero la arrogancia de las personas que tienen mentes «con facetas cientificas» es creer que pueden entenderlo todo.- Mucho valoro el esfuerzo aplicado a esa intencion pero tiene mucho mas valor la humildad de reconocer nuestras limitaciones.
Quizas algun dia en algunos de los numerosos libros que acostumbras a leer, te encuentres con informacion «cientifica» sobre «El Experimento Filadelfia», Tele-transportacion y viajes en el tiempo, MK- Ultra, El monstruo de Montauk, etc. y luego siguiendo con la busqueda del conocimiento te tropieces con los libros de Carlos Castaneda y te sosprenda encontrar los mismos fenomenos producidos sin aparatos y narrados desde el punto de vista de la «brujeria».
Por el momento sigue portandote bien, ve a la Iglesia y sigue tu vida «normal» quizas en 2 o tres encarnaciones mas vuelvas aqui a esta dimension mejor preparada para entender que «desde que l
LO UNICO que existe es un «SER OMNIPOTENTE», NADA ES IMPOSIBLE.
Te deseo mucha suerte en tu busqueda del conocimiento y te repito las palabras de un gran Maestro:
«…y si a alguno de vosotros le falta sabiduria, pidasela a ‘El Padtre'» ( Pero pidesela con ganas, intensamente, cansonamente.) 🙂
Neil Degrasse Tyson and several thousands of scientifics don’t approve your comment.
Teletransportación y viajes en el tiempo, hombre no me jodas.
Hála, ve a restregarte con un puñado de gemas de la energía positiva para que te vaya bien en la vida y deja a la comunidad científica tranquila.
No había visto esta respuesta hasta ahora, por casualidad. ¡Madre mía, lo que te aburres muchacho! Si no tienes ni idea de mí, ni de lo que creo o dejo de creer, ¿a qué viene esa parrafada? Por apenas dos líneas de comentario que puse sobre una opinión. Yo no creo que pueda entenderlo todo, y mi faceta científica es sólo una de ellas. Te diré que has metido la pata mucho conmigo, pues si me conocieras te sorprenderías y te darías cuenta que ese comentario va para la persona equivocada. Pero no te lo explicaré, porque no quiero perder el tiempo como tú.
Un tema que activa la imaginación y busca causas en el mundo mágico- religioso, cuando seguramente todo tiene una explicación racional, aunque por el momento no demos con ella.
Un saludo.
[…] Algunos han relacionado el problema sufrido por la máscara del Faraón Niño, recordemos, la restauración de la barba sagrada del dios Osiris pegada con “superglue”, … […]
La maldicion existió, eso esta claro!. Queremos el puzzle!!
Compartido, incluirme en el sorteo!!!!
Sin duda una serie de terribles casualidades. Aunque no crea en estas cosas paranormales siempre resultan interesantes de leer, ¡buen artículo!
Me encantan estas historias
La curiosidad mato al gato
Un tema intrigante… será maldición, será casualidad, serán los hongos, el caso es que murieron tal como se les profetizó. Por cierto me apunto al sorteo.
Es una lástima que aunque una historia sea de por sí fascinante (en este caso el descubrimiento de la tumba de Tutankhamon) siempre haya gente que tenga que inventarse tonterías para venderlo y ocultar su propia ignorancia. La culpa también es de la gente a la que si una historia no tiene un componente fantástico (maldiciones, muertes, etc.) no le interesa el tema.
Gracias por la rigurosa labor informativa, todo esfuerzo es poco para desmontar falsos mitos.
Quizás nunca conozcamos la verdad verdadera, la buena. Un enigma más que añadir a los tantos que rodean la cultura egipcia.
Que sea por medio de un hongo no hace real o falsa la maldición
No has puesto un dato que aclararía el supuesto «misterio». La media de edad de los 25 muertos por la «maldición» era de 70 años, edad que en la que, esa época, era muy normal morirse. Esto lo resalta Mark R. Nelson en su estudio epidemiológico sobre aquellas muertes.
Un artículo muy interesante que deja mal sabor de boca por su frase al final, afirmando que «la maldición es real».
Numerosos estudios han demostrado la inexistencia de tal maldición. Tan solo un apunte: Carter, el descubridor de la tumba y quién le practicó la autopsia a la momia (mi memoria me falla para daros ahora el nombre) vivieron por largo tiempo. ¿Qué maldición obvia atacar a los principales «profanadores»?
Un cierre más adecuado sería la frase que Carter solía indicar respecto a la posible existencia de una maldición: «Todo espíritu de comprensión inteligente se halla ausente de esas estúpidas ideas».
Un salduo
[…] y digo alguien porque no se sabe quién, dice que existe una maldición que caerá sobre quien “ose despertar el sueño eterno del faraón”. Las muertes relacionadas con esta profanación, como las meigas, “haberlas, haylas”, porque […]
[…] conmigo que al contemplar una imagen de las majestuosas pirámides de Guiza, de la máscara de Tutankhamón o de los jeroglíficos que decoran la sala hipóstila de Karnak, cualquiera de nosotros es capaz de […]