La madrileña catedral de la Almudena se debe al interés que puso en su construcción María de las Mercedes de Orleans, primera esposa del rey Alfonso XII. Tras su prematura muerte, el desconsolado viudo quiso cumplir el deseo de su esposa y estipuló que, como en el caso del Taj Mahal, la catedral sería su mausoleo y pasaría a la posteridad como testimonio de su amor.

El proyecto, que se inició en 1883, no obstante, no fue concluido hasta finales del siglo XX, en concreto 1993, cuando la consagró el papa Juan Pablo II. La catedral de la Almudena es de estilo neoclásico por fuera y neogótico por dentro, con una cripta neorrománica sin que esta concurrencia de neos redunde en prejuicio alguno. Tiene planta de cruz latina, cabecera con girola, 13 capillas, tres altares, una cúpula de 20 metros de diámetro gótica por dentro y barroca por fuera, un caso único en la cristiandad.

Madrid, con esa modestia suya de ser solo villa en tiempos de los Austrias, nunca tuvo una catedral como tantas otras ciudades españolas de mucha menor importancia. Ello se debía a que los arzobispos de Toledo nunca consintieron que en la capital hubiera obispo, temerosos de perder su influencia en la corte. Por fin, el desaguisado histórico se corrigió en 1885 al crearse la diócesis de Madrid. Sí, ya tenían obispo, pero ¿y la catedral? Al principio funcionó como tal la colegiata de San Isidro, pero era evidente que una ciudad como Madrid necesitaba un egregio edificio. Menos mal que apareció el ingenio de María de las Mercedes. El resultado luce hoy a la vista.

Almudena

Por fin, desde el 8 de noviembre del año 2000 los restos mortales de la reina descansan bajo la imagen de la patrona de Madrid, velados por la inscripción que el propio Alfonso XII redactó en recuerdo de su amada:

María de las Mercedes. De Alfonso, dulcísima esposa

El Taj Mahal indio, la lágrima de mármol más famosa del planeta, fue mandada construir por el emperador mogol Shah Jahan en recuerdo de su esposa Mumtaz Mahal en el siglo XVII y hoy atrae a miles de turistas cada año. La emperatriz falleció durante un parto después de haberle dado catorce hijos. En Agra, el Tal Mahal se erige como un espléndido punto exclamativo blanco dentro del apóstrofe rosa del amor. Tardó en construirse 22 años de trabajo, costó tres millones de rupias, 500 kilogramos de oro y 20.000 obreros.

Taj Mahal

Colaboración de Javier Ramos de Lugares con Historia.
Imagen: Traveler