Urbano VII tiene el triste récord de ser el Papa que menos tiempo ha durado en el cargo: 13 días, del 15 al 27 de septiembre de 1590. Aún así, es de los más queridos y muestra de ello es que cuando cayó enfermo de malaria toda Roma se echó a la calle para rezar por el Santo Padre. ¿Qué hizo en esos 13 días?

Se elaboró una lista de todos los pobres de Roma y ordenó a los panaderos hacer hogazas de pan mucho más grandes y, además, venderlas al mismo precio que las que se hacían antes de menor tamaño, pagando el Papa la diferencia para que los panaderos no perdiesen dinero; condonó las deudas de todos los Montes de Piedad (creados en el siglo XV en Italia para combatir la usura); prohibió las prendas de seda entre la alta jerarquía de la Iglesia… Además, dejó escrito que cuando falleciese todos sus bienes fuesen donados a la asociación caritativa Archicofradía de la Anunciación para proporcionar la dote a las niñas de familias pobres.

Urbano VII

Urbano VII

Y también fue un adelantado a su tiempo.

En una de las expediciones de los hombres de Cristobal Colón al interior de la isla de Cuba en 1492, el marinero Rodrigo de Jerez y el intérprete Luis de Torres se toparon con unos indígenas que les dieron a probar «un cilindro de hierbas secas envueltas en una hoja y encendido por una punta«. Rodrigo de Jerez sería el primer europeo que se enganchó al tabaco… y lo pagó con la cárcel. Y digo que fue un adelantado a su tiempo porque en el siglo XVI promulgó la primera prohibición de fumar en lugares públicos:

amenazó con excomulgar a todo aquel que tomase tabaco a las puertas o en el interior de las iglesias, ya sea masticado, fumado en pipa o aspirado en polvo por la nariz.

NO FUMARAS

Fuente: “De lo humano y lo divino“ Ilustración: Xurxo