Decía Albert Einstein «en momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento«; y eso mismo se debió pensar durante la Guerra Civil Española para hacer frente a la escasez de medios y recursos para combatir. Aquí tenéis una muestra de los vehículos blindados customizados (llamados popularmente Tiznaos por su color negruzco) que no eran más que vehículos civiles (autobuses, camiones o furgonetas) cubiertos con planchas metálicas. Además del blindaje artesano, muchos de ellos llevan pintadas para indicar el bando en el que combaten, mensajes de ánimo o contra el enemigo… Del tema de la fiabilidad de blindaje, poco que decir.
Una maravilla. Sólo que a los soldados, además de fusil les tendrían que dar un abrelatas para poder atacar con éxito al enemigo.
Un saludo.
:O anodadado me hayo. que pasada
…sacar al enemigo… y al amigo, en algunos casos !!!!
Lo peor de todo esto es que estos vehículos eran arrancados a sus dueños que luchaban por mantener a sus familias con un trabajo digno y, algunos, como fue el caso de mis bisabuelos, después tuvieron que hacer frente al pago de estos sin que sacar provecho de ellos, pues muchos no regresaron a quienes les pertenecían porque nada se supo de ellos. En «La Boutique de la Historia» lo conté, así que si os interesa, aquí os dejo los enlaces:
http://esthervilaplana.wordpress.com/2013/11/30/las-memorias-vivas-de-la-guerra-civil-espanola-parte-i/
http://esthervilaplana.wordpress.com/2013/12/07/las-memorias-vivas-de-la-guerra-civil-espanola-parte-ii/
Compruebe en su Blog, le he dejado un mensaje. Saludos.
http://esthervilaplana.wordpress.com/2013/12/07/las-memorias-vivas-de-la-guerra-civil-espanola-parte-ii/
Muy bonito, pero una verdadera chapuza. Genuina ignoracia hispánica. Porque los vehículos «acorazados» de los milicianos que defendían a la República del golpe de estado fascista no eran más que turismos de gran tamaño o camiones forrados de planchas de acero. Es evidente que esto protegía a los ocupantes del invento del fuego enemigo, pero también lo es que un motor convencional no puede con todo ese peso añadido. De modo que estos «inventos» por muy temibles que parecieran eran completamente inoperantes, por su velocidad digna de caracol reposado, y eso hasta que el motor se estropeara definitivamente, claro.
Es una de las desgraciadas muestras de que la República, si bien hizo una excelente labor en materia cultural y educativa, en materias económica y bélica sólo supo aplicar «soluciones» ya fracasadas en otros países. Así, en un momento en que se vislumbraba al acorazado dotado de una cierta velocidad (como el panzer alemán) como la nueva arma terrestre, lo que se hacía con estos vehículos de blindaje amateur era justamente lo contrario: volver al tanque-armatoste inoperante de la 1ª Guerra Mundial. Personalmente preferiría que no hubiera sido así y que la guerra la hubiera ganado el gobierno legítimo, pero la realidad es la que es.
En arroyo de san servan se conserva un coche Austin de 7 plazas que primero fue incautado por las República y después por los nacionales