Giuseppe Sarto Melchior era el segundo de los diez hijos de Giovanni Sarto, de profesión cartero, y Margarita Sanson, costurera. No sé si lo de ser pobre conlleva lo de ser humilde, pero en la casa de Giuseppe hacían acopio de ambas cosas. Demostró desde muy pequeño una inteligencia despierta, y aprovechaba hasta el extremo las enseñanzas de una escuela a la que tenía que desplazarse varios kilómetros descalzo para ahorrar zapatos. Gracias al apoyo del párroco local, que le consiguió una beca, pude ingresar en el seminario y terminar sus estudios. En 1858 fue ordenado sacerdote y, tras veintiséis años de trabajo en la parroquia de su pueblo, se convirtió en obispo de la ciudad italiana de Mantua y en 1893 Cardenal de Venecia.


El cónclave reunido a la muerte de León XIII duró cuatro días y fueron necesarias siete votaciones para que llegar a un acuerdo. El cardenal Sarto fue elegido Papa el 4 de agosto de 1903 con el nombre de Pío X.  Margarita, la madre del Papa, pudo ser testigo de la consagración de su vástago como Sumo Pontífice y su hijo le tendió la mano para que besase el anillo del Pescador (*). Así lo hizo y, para sorpresa de todos, Margarita le ofreció la suya para que besase su anillo de casada ya desgastado…

Ahora, Giuseppe, bésalo. Si no fuera por éste, tú no tendrías el tuyo.

Margarita, como buena madre, quiso recordarle sus orígenes y que debería mantener los pies en la tierra, y le debió de hacer caso porque fue canonizado por el Papa Pío XII en 1954 por su piedad y su proximidad a los fieles.

(*) Revisada la fecha de la muerte de su madre, y tal como apuntan en un comentario, la anécdota tuvo lugar cuando fue nombrado cardenal y no Papa. Mis disculpas por el error y gracias por el comentario.