Ya fuese la Familia Telerín, Topo Gigio o Casimiro, de niños siempre hemos tenido un referente que los mayores utilizaban para mandarnos a la cama. La aparición en la televisión de alguno de estos personajes, dependiendo de la década, marcaba la hora de acostarse. En ocasiones, había que acompañar aquel momento con la lectura de un cuento o, para los más pequeños, con una nana que, en teoría, debía tranquilizar y relajar al niño. Y digo en teoría, porque cómo se relaja a un niño con esta nana… Si el niño se duerme es por puro terror al coco
Duérmete niño,
duérmete ya,
que viene el coco
y te comerá.
De hecho, Que viene el coco (1799) es un grabado del pintor Francisco de Goya en el que criticaba que los padres asustasen a los niños con fantasmas y seres que no existían. Según un manuscrito de la Biblioteca Nacional en el que se explica este grabado, «Las madres tontas hacen medrosos a los niños asustándolos con el Coco; y otras peores se valen de este artificio para estar con sus amantes a solas cuando no pueden apartar de sí a sus hijos» (la cara de la mujer no muestra mucho temor…)
¿Y cuál era el coco en al antigua Roma? Pues los Lemures. La nana podría haber sido algo así…
Duérmete niño,
duérmete ya,
que viene el lémur
y te comerá
En la antigua Roma, los Lemures eran los espectros, los fantasmas o espíritus de la muerte que vagaban por la noche asustando y atormentando a los vivos. Los días 9, 11 y 13 de Maivs (mayo) tenían lugar las Lemuria, destinadas a aplacar los Lemures. El Pater Familias debía de levantarse antes del alba y realizar una serie de rituales (tirarse un puñado de habas negras por la espalda, golpear un objeto de bronce, etc) para expulsar los malos espíritus. Sería el naturalista y botánico sueco Linneo quien daría el nombre de lémures a estos primates de la isla de Madagascar por sus hábitos nocturnos, sus fantasmales ojos reflectantes y sus gritos.
El coco, el hombre del saco, el sacamantecas, el ministro de hacienda… cada época y lugar tiene sus «monstruos» con los que asustar al personal.
Un saludo, Javier.
Información Bitacoras.com
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Breve pero buena y si viene ilustrado con un Goya mejor que mejor. Y A todas estas en el mundo en que vivimos hoy donde al cruzar una esquina por un celular entra en ti la bala fría: Extrañas con nostalgia el coco.
[…] La versión en la antigua Roma de nuestro "Que viene el coco y te comerá" […]
Hubo una época que fue «anibal ad portas» no?
En Flandes se asustaba así a los niños, pero con el duque de Alba (que Satanás tenga en su reino y Manitú confunda).
[…] […]
En Argentina le llamaban cuco.
Menos mal que has añadido lo de: «Sería el naturalista y botánico sueco Linneo quien daría el nombre de lémures a estos primates de la isla de Madagascar por sus hábitos nocturnos, sus fantasmales ojos reflectantes y sus gritos» , porque yo estaba pensando «¿Los lemures no son los bichos de Madagascar?»
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