El 2 de agosto de 1990, las tropas de élite de la Guardia Republicana de Irak invadían Kuwait. Una operación relámpago -en dos días habían tomado todo el país- que pilló por sorpresa a la comunidad internacional. Si bien Irak venía manteniendo una postura crítica respecto al aumento de la producción petrolífera kuwaití que mantenía los precios bajos e incluso acusándolo de robar su propios yacimientos con la perforación inclinada, nadie pensó que Saddam Hussein llegaría a este punto. Puede que también tuviese algo que ver la deuda que Irak tenía con sus vecinos por la financiación de la guerra contra Irán y, emulando lo que hizo Felipe IV con los Templarios, decidió eliminar a su acreedor. Pocas horas después de la invasión, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 660 condenando la invasión y exigiendo la retirada de las tropas iraquíes. Se trató de que fuese la vía diplomática la que resolviese aquel conflicto pero ante la negativa de Irak, la ONU aprobó la Resolución 678 que daba de plazo hasta el 15 de enero de 1991 para retirarse de Kuwait. En caso contrario, como así ocurrió, se autorizaba el uso de la fuerza. Los EE.UU. reunieron una coalición de fuerzas compuesta por 34 países y… el 17 de enero de 1991, la CNN emitía el inicio de los bombardeos (Operación Tormenta del Desierto).
Desde Arabia Saudí y desde los portaaviones del Golfo Pérsico se inició una gran ofensiva aérea para despejar el terreno de las fuerzas terrestres. Uno de los temores de la fuerzas de la Coalición era que Saddam Hussein diese la orden de utilizar armas químicas como ya había hecho contra los kurdos o en la guerra contra Irán. Además, el denso y negro humo producido por la quema de pozos petrolíferos, era un problema añadido ya que podía enmascarar la presencia de productos químicos. Así que, y a pesar de contar con la tecnología más avanzada, el ejército de los EEUU tiró de un remedio casero para la detección de agentes químicos… la llamada Kuwaiti Field Chicken o KFC (casualmente el mismo acrónimo que Kentucky Fried Chicken, la franquicia de restaurantes de comida rápida especializada en pollo frito).
Con esta operación se dotó a los vehículos militares Humvee con pollos como “dispositivos de confirmación de gases tóxicos o agentes químicos”, de igual modo que se hacía con los canarios en las minas para detectar los escapes de grisú. Lógicamente, las pobres aves pagaban con su vida cada aviso. La idea de utilizar pollos la tuvo el suboficial Stacy Jeambert por ser más resistentes y más dóciles que los canarios. El caso es que al poco tiempo hubo que descartar su uso porque 41 de los 43 pollos que reclutaron fallecieron en la primera semana en extrañas circunstancias… ninguno por ataques con armas químicas.
[…] Los pollos que EEUU llevó a la Guerra del Golfo […]
Información Bitacoras.com
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Quizá del calor que hace en la zona… listos para ir al KFC.
Ave que no vuela… a la cazuela.
Interesante este post 😉 Lo sorprendente es que las grandes batallas y guerras de las que luego leemos en los libros de historia, de los que se pinta cuadros originales a veces se ganan con los trucos de lo más impensables 😉
Esto es una pollada del ejercito estadounidense.
JAJAJAJA se los lastraron JAJAJAJAJa!!!