A lo largo de la historia muchos han sido los que se han tenido que enfrentar a los temibles elefante de guerra, los tanques de la Antigüedad, pero sólo algunos como Publio Cornelio Escipión, la sitiados en la ciudad de Megara, Tamerlán y los aguerridos rajputs supieron hacerles frente y derrotarlos.

Los cartagineses los utilizaron en sus enfrentamientos con los romanos durante las guerras púnicas pero fue en la batalla de Zama (cerca de Cartago, actual Túnez) en 202 a.C. cuando los romanos supieron derrotarlos. En Zama se enfrentaron dos de los grandes estrategas de la historia: Aníbal y Publio Cornelio Escipión. Cuando Escipión pasó de Hispania al Norte de África, Aníbal tuvo que olvidarse de su sueño de ocupar Roma y regresar rápidamente para defender su patria. El cartaginés reclutó un ejército, con más prisas de las deseadas, entre los que contó con 80 elefantes para la vanguardia. Lamentablemente, muchos de los elefantes eran todavía jóvenes y no estaban completamente adiestrados. Cuando ambos ejércitos se encontraban frente a frente en las llanuras de Zama, Escipión ordenó hacer sonar los cuernos y trompetas y tocar los tambores… aquel estruendo asustó a los jóvenes elefantes que retrocedieron y desbarataron la formación cartaginesa. Escipión atacó con su infantería aprovechando el desconcierto y lanzó a la caballería númida, con el traidor Masinisa al frente, para atacar las alas. La victoria romana supuso el final de la Segunda Guerra Púnica y el exilio, años más tarde, de Aníbal.

Zama

En la Guerra de Cremónides, siglo III a. C., una coalición de varias ciudades-estado griegas y Ptolomeo II, el segundo faraón de la dinastía ptolemaica, se enfrentaron al rey macedonio Antígono II Gonatas. La declaración de guerra fue hecha por el ateniense Cremónides, de ahí el nombre de la guerra. En el asedio de las tropas macedonias a Megara, ciudad-estado que formaba parte de la coalición, una de las principales fuerzas que sitiaban la ciudad eran los elefantes de guerra. Para librarse del cerco de los paquidermos había que eliminarnos… aprovechando que son animales asustadizos, soltaron una piara de cerdos, sobre la que previamente había vertido aceite, y les prendieron fuego. Los elefantes, ante aquella masa de fuego que venía hacia ellos emitiendo estruendosos chillidos, salieron huyendo en estampida matando a muchos macedonios. Los habitantes de Megara aprovecharon el caos y rompieron el sitio.

Megara

Tamerlán fue un noble musulmán mongol, de origen turco, que llegó a conquistar ocho millones de kilómetros cuadrados en Eurasia. Desde Samarkanda (actual Uzbekistán), la capital de su imperio, extendió sus dominios por los actuales Siria, Irak, Irán, Pakistán, Afganistán, Turkmenistán, Uzbekistán, parte de La India, Turquía, Rusia… Su brillantez estratégica en las campañas de conquista quedó empañada con las muestras de genocidio y la destrucción de poblaciones enteras. En 1398 inició la campaña de la India para conquistar el sultanato de Delhi, gobernado por el sultán Nasir-u Din Mehmud, con el pretexto de que el sultanato era demasiado tolerante con sus súbditos hindúes, pero la verdadera razón era aumentar sus dominios. Tras cruzar el río Indo, Tamerlán se encontró con la vanguardia del ejército del sultán Mehmud… 120 elefantes acorazados con sus colmillos impregnados en veneno. Aquella estampa dejó petrificado al ejército invasor, pero no a Tamerlán… sabía que los elefantes eran muy asustadizos, así que ordenó cargar sus camellos con paja y madera y tras prender fuego a la carga los lanzaron contra los elefantes pinchándoles con hierros en su cuartos traseros. Ante aquella estampida de bolas de fuego y sonidos de dolor (no sé cómo se llama el sonido que emiten los camellos, pero seguro que era de dolor) los elefantes se dieron la vuelta y en su huida destrozaron a la infantería situada tras ellos. Fue una victoria muy fácil, pero quedaba lo peor:

Tamerlán entró en Delhi y la ciudad fue saqueada y destruida… 10.000 hindúes fueron degollados y sus mujeres, los niños y sus bienes se convirtieron en el botín de los vencedores. Otras fuentes hablan de 100.000.

Tamerlán

Tamerlán

Rajastán es en la actualidad el mayor de los estados del noroeste de la India. Antiguamente fue conocida como Rajput, el reino de los rajput, ya que desde el siglo VI estuvo gobernado por la casta de guerreros rajput, término sanscrito que significa hijos del rey. La conquista de los musulmanes en el siglo XII, con la posterior creación del sultanato del Delhi, y las incursiones del mogol Tamerlán en el siglo XIV, el subcontinente indio quedó dividido en varios Estados: unos musulmanes, otros formando parte del Imperio Mogol… hasta que a mediados del siglo XIX, la mayor parte de la India estaba bajo el control de la Compañía Británica de las Indias Orientales. Durante todos estos siglos de incursiones, conquista y dominación, el estado de Rajastán permaneció independiente, en diferentes grados, gracias a los aguerridos rajputs… y a sus caballos Marwari. Cada rajput criaba y educaba a su propio caballo, siempre de la raza Marwari, que luego sería su compañero en la batalla. Esta raza se ha caracterizado por su inteligencia, lealtad y valentía. Además, físicamente, tiene una marca distintiva… orejas puntiagudas con las puntas mirando hacia dentro incluso llegando a tocarse. Cuando los rajput tuvieron que hacer frente a los elefantes mogoles decidieron tirar de imaginación: dotaron a sus caballos de una especie de trompa para engañar a los elefantes adultos y hacerles creer que eran elefantes jóvenes, lo que les permitiría acercarse hasta ellos sin ser atacados.

Rajput y su Marwari elefante

Rajput y su Marwari elefante