En este post me podrí­a preguntar ¿qué están haciendo los sindicatos cuando se alcanzan los cuatro millones de parados?, pero eso ya lo hizo mi amigo Senovilla.

Así­ que empiezo a buscar qué hacen los sindicatos de otros paí­ses ante situaciones desesperadas como la nuestra. Vamos a contar el caso de Serbia, simplemente por ser el más llamativo o salvaje.

En una fábrica textil de Serbia los trabajadores llevan varios dí­as en huelga hasta que se les paguen los salarios que dejaron de percibir hace tiempo. Los propios obreros han amenazado con cortarse un dedo por jornada, a turno, para conseguir sus reivindicaciones. Uno de los lí­deres sindicales (el Ignacio Fernández Toxo o el Cándido Méndez serbios) ha decidido predicar con el ejemplo y se cortó un dedo de la mano izquierda y luego se lo comió.

No quisiera con este post aplaudir esta salvajada, pero sí­ me gustarí­a saber qué van a hacer, UGT y CCOO, para proteger los empleos de los trabajadores. No creo que sea suficiente con alguna que otra manifestación a nivel local y pelear por dilatar algún ERE. Tan malo es pecar por exceso (como el ejemplo serbio) como por defecto (sindicatos españoles).  Si todo lo que pueden hacer por nosotros, entre liberados y los delegados en sus «horas sindicales», es mover una banderita, lucir una chapita o tocar un pito… Vamos «arreglaos».

Y para terminar me gustarí­a recordar que a ellos no se les descuenta de su salario las jornadas de huelga y que cuando los delegados sindicales, en atribución de sus funciones, se toman las horas sindicales, su trabajo es cubierto o realizado por otro compañero «por amor al arte».

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