El gran Leonardo da Vinci, pintor, científico, ingeniero, inventor, anatomista, escultor, arquitecto, urbanista, botánico, músico, poeta, filósofo… (el Windows del Renacimiento) fue pionero en muchas de las disciplinas a las que se dedicó. Lógicamente, esto implica que se cometan errores (por la escasez de medios disponibles) totalmente comprensibles y de los que otros, posteriormente, se sirvieron para elaborar estudios y teorías más precisos.

Una de las disciplinas en las que Leonardo trabajó fue la Anatomía humana. Sus estudios anatómicos recogidos en el «Manuscrito Anatómico» (1510-1511) se centran en los intentos de comprender el funcionamiento del cuerpo humano. Además, se sirvió de sus artes pictóricas para elaborar dibujos detallados del cuerpo humano:

Como ya he dicho antes, debido a las limitaciones propias de la época cometió algún «pequeño» error:

El pene estaba conectado con los pulmones que eran los que les insuflaban el «aliento» necesario para la erección.

Y de este error llegamos a uno de los slogan del Ministerio de Sanidad en su campaña antitabaco:

Fumar provoca impotencia (como fumar daña los pulmones, no llega el aire suficiente para la erección)

P.D.: La parte de la deducción ministerial es ironía.

Fuente: El libro de los hechos insólitos – Gregorio Doval