A veces, cuando estás leyendo encuentras una frase que te hace parar, la vuelves a leer y comienzas a meditar su mensaje.

Dieron su hoy por nuestro mañana

Ésta es una de ellas, la he leído en el libro «Caliente, plana y abarrotada» de Thomas L. Friedman. Esta frase está grabada, como epitafio, en la tumba de los suegros de John Dernbach, experto en medioambiente de la Widener Law School.

Las generaciones de nuestros mayores (padres o abuelos) sufrieron una Guerra Civil, algunos incluso una Mundial, padecieron las venganzas en forma de paseos y sacas, unos represión y otros sumisión,  las cartillas de racionamiento eran testigos silenciosos del hambre, el dinero era un artículo de lujo y, sobre todo, trabajaron como mulas para que nosotros tuviésemos un «mañana digno». En su vocabulario no existía el término «ocio» y  para poder financiar nuestra educación y nuestros caprichos se privaron de su presente.

Y todo ésto, ¿para qué?

Para pagarles con el exceso, la opulencia, la superficialidad, el despilfarro… Nos dejaron una sociedad Hormiga y la hemos convertido en una sociedad Cigarra, dirigida por políticos corruptos o mediocres, alumnos que no respetan a los profesores, jóvenes sin valores, especuladores mafiosos, francotiradores de los sentimientos…

He rebuscado por todo el mundo y he localizado la casa de empeño donde dejasteis vuestro hoy para comprar nuestro mañana y, en lo que a mi respecta, acabo de hipotecar mi hoy para recuperar lo que queda de vuestro hoy.


Foto: Poesía Poeta