Johann Friedrich Wilhelm Adolf von Baeyer (1835-1917)  fue un matemático, fí­sico y quí­mico alemán galardonado con el Premio Nobel de Quí­mica en 1905 por el desarrollo de la quí­mica orgánica. Su mayor logro cientí­fico fue el descubrimiento de un ácido con propiedades sedantes e hipnóticas en 1864. En aquellos años el bueno de Johan estaba locamente enamorado de su novia Bárbara (ese estado de euforia, de placer, de saciedad, de estar en una nube… de estar «ATONTAO«).

Su nuevo descubrimiento debí­a ser bautizado… ¡Eureka! (licencia del autor).

Como el ácido producí­a los mismo efectos que el enamoramiento lo llamarí­a barbitúrico, en honor de su novia Bárbara.

Existen otras leyendas menos románticas y mucho más pendencieras que atribuyen este nombre a una taberna, Santa Bárbara, donde se fue a celebrar con unos colegas el descubrimiento. Yo me quedaré con la versión de su novia.