Todos conocemos a Sancho Panza como el escudero, de estar por casa, que acompañó al «El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha» en la novela de Miguel de Cervantes Saavedra. El bueno de Sancho era un humilde labrador, sencillo, realista, práctico y, sobre todo, fiel a su señor. Trataba de disuadir a su señor de todas las locuras que le asaltaban en su camino y, más tarde, de ayudarle a recuperar la cordura. Así­ que, Sancho tení­a que buscar consuelo… y lo hací­a en el vino.

Colaboración del humorista gráfico José Julio, podéis ver más trabajos en Siglo XXI