Siempre me ha costado mucho criticar las posturas de otras culturas desde la perspectiva de la sociedad occidental en la que me ha tocado – porque es una loterí­a -  vivir. Primero, porque no he convivido el tiempo suficiente para conocerlas y segundo, y más importante, porque quién soy yo para juzgar a nadie. Pero llega un momento, ya sea porque el vaso se ha llenado o porque me ha irritado cabreado profundamente, que dejo a un lado mis criterios moderados y estallo.

Hace unos dí­as leí­a la noticia de una chica paquistaní­ de 17 años, Assiya Rafiq, que habí­a sido secuestrada y violada por unos delincuentes y después por los policí­as que la «liberaron«. Salvando el  hecho de la violación por parte de sus «libertadores», la noticia podrí­a estar situada en cualquier parte del mundo – lamentablemente somos así­ de miserables -. Assiya no ha querido silenciar su desgracia y a denunciado la aberración sufrida, y ésta ha sido la noticia: «la denuncia«. Sus terribles consecuencias:

Sus hermanos han tenido que abandonar el colegio y esconderse.

La policí­a ha amenazado, a ella y a sus hermanas, con violarlas y matarlas si no retiran los cargos.

Según Shershah Syed, presidente de la Sociedad de Obstetras y Ginecólogos de Pakistán:

Siempre aconsejo a las ví­ctimas de violación que no denuncien, porque si lo hacen, problablemente serán violadas por los policí­as. ¿¿¿???

Parece ser que en las zonas rurales de Pakistán es habitual que las mujeres violadas se suiciden para evitar la vergüenza de sus familias.

Assiya Rafiq no ha escuchado todas estas amenazas y advertencias y ha decidido llegar hasta el final, incluso su madre trató de convencerla para retirar la denuncia, pero viendo la valentí­a de su hija ha decidio apoyarla.

Sé que este post no va a servir para nada y que será como un grito en el desierto, pero quiero decirte que te admiro y que tu valentí­a no tiene lí­mites. Sólo pido que, si existe la JUSTICIA en este mundo, los culpables sean condenados por esta atrocidad y que puedas comenzar a vivir dejando atrás esta maldita pesadilla que te ha tocado sufrir.