En el ámbito de los inventos y las patentes siempre han existido disputas por la paternidad de ciertos inventos. Ya vimos anteriormente que si Antonio Meucci hubiese tenido 10 dólares el iPhone sería un teletrófono. Para lo que no existe ninguna disputa es para la paternidad del la centralita telefónica automática… el estadounidense Almon Brown Strowger en 1889.
El teléfono se extendió rápidamente por todo el país y en sólo un año cruzó el charco para llegar a Europa. En 1878 Bell inauguró la primera central telefónica en New Haven, Connecticut (EEUU) con 21 abonados, entre los que estaba el novelista Mark Twain. Hasta estas centralitas llegaba el cableado de los abonados y las operadoras de la centralita -porque normalmente eran mujeres- se encargaban de conectar manualmente las clavijas del panel y de esta forma conectar el teléfono de quien llamaba con el del número solicitado.
Almon Strowger era un empresario que tenía una funeraria en Kansas City. Su vida transcurría normalmente hasta que, sin saber cómo ni por qué, su negocio comenzó a perder clientes. Comenzó a investigar para ver qué había cambiado en el negocio; el único cambio era que hacía unos meses se había contratado una línea telefónica que, en teoría, tenía que haber servido para aumentar los clientes y no para empeorar el negocio como estaba sucediendo. Aquello no cuadraba, hasta que se descubrió el pastel… una de las operadoras de la centralita telefónica local era la esposa de un propietario de la competencia y todas las llamadas solicitando los servicios de una funeraria iban a su competidor. Strowger lo puso en conocimiento de los superiores de la operadora pero no hicieron nada. Así que, decidió arreglarlo él mismo.
Su idea era centralitas automáticas para evitar el desvío interesado de llamadas y a las operadoras cotillas que gustaban de escuchar conversaciones. Hizo una maqueta de su invento y, gracias a los conocimientos en electricidad de su sobrino William, la hicieron funcionar. En 1889, solicitaron la patente del Automatic Telephone Switching System (Sistema Automático de Conmutación Telefónica) y les fue concedida con el número US447918 en 1891. Ya con la patente, buscaron un socio capitalista que pudiese financiar la fabricación y comercialización de su invento. Tras algún que otro fiasco, el vendedor Joseph Harris aceptó la propuesta pero siempre y cuando se constituyese una empresa… así nació Strowger Automatic Telephone Exchange. El 3 de noviembre de 1892 se instaló en La Porte (Indiana) la primera central telefónica automática con capacidad para 99 abonados. La presentación fue todo un éxito y algunos la bautizaron como…
La primera central telefónica sin una sola enagua.
No todo el mundo estaba feliz con las nuevas centralitas; las operadoras se quedarían sin trabajo. Strowger se acordó de ellas en el discurso de presentación…
Me dicen que las operadoras están enojadas conmigo por dejarlas sin trabajo pero son los ajustes propios de la evolución […] El teléfono sustituyó a los mensajeros y esta máquina sustituye a las chicas. […] Las mejoras continuarán hasta el fin de los tiempos…
Lógicamente se fueron haciendo mejoras y aumentando la capacidad de las centralistas llegando a Europa en 1898. Ese mismo año, Strowger decide echarse a un lado y dejar el negocio: vendió la patente por 1.800 dólares y su participación en la empresa por 10.000 dólares. Dieciocho años más tarde, en 1916, la compañía de Bell compró el invento de Strowger por 2,5 millones de dólares. Strowger se retiró a Florida donde el clima era más benigno para sus dolencias y, otra vez, volvió a montar una funeraria. Falleció el 26 de mayo de 1902, a los 62 años, y fue enterrado en el cementerio de Greenwood al día siguiente. En 1949 se colocó una placa conmemorativa…
Aquí descansan los restos de Almon Strowger, 1839-1902, inventor y pionero, cuyo sueño de un mejor servicio telefónico le inspiró para inventar en 1889 el primer sistema telefónico automático. Esta placa se coloca en su honor en el 110 aniversario de su nacimiento por los miembros agradecidos de la industria telefónica 19 de octubre 1949.
Fuentes e imágenes: Histel, Almon Strowger, Robinson Library
[…] El empresario de una funeraria que inventó la centralita telefónica sin una sola enagua […]
Información Bitacoras.com…
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Esas mujeres cotillas… Buen invento
Un beso
Tengo alguna historia curiosa de eso….
A algún alto cargo le instalé hace años centralitas digitales…operadas por operadores….no viene al caso el por qué
Cuando iba a recibir alguna llamada comprometida, el alto cargo le pedia que escuchase…para tener un testigo…
Lo siento, no puedo decir de quien se trataba, pero más de uno se sorprendería….
Yo creía que Bell había sido el inventor del teléfono y por ende de la línea telefónica.
Besos Javier y excelente semana TQM,
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