El golf, tal y como hoy lo entendemos, parece que fue un invento de los escoceses a comienzos del siglo XV. Los duros escoceses de las Highlands golpeaban con unos bastones las piedras para embocarlas en los agujeros que hacían los conejos. La primera mención escrita que hace referencia al golf aparece en el Acta del Parlamento Escocés del 6 de Marzo de 1457, y es su prohibición. El rey de Escocia Jacobo II, implicado en la Guerra de las Dos Rosas al dar su apoyo a la Casa de Lancaster frente a la Casa de York, prohibió su práctica porque sus súbditos preferían jugar al golf que seguir con las tediosas prácticas militares.

Que el golf sea completamente condenado y prohibido. Y que un par de dianas sean colocadas en todas las iglesias parroquiales y el tiro sea practicado todos los domingos. Además, ordenamos que aquellos que sean sorprendidos practicándolo sean castigados por las autoridades locales o, en su defecto, por los oficiales del Rey.

Los siguientes reyes, Jacobo III y Jacobo IV, volvieron a confirmar la prohibición en actas parlamentarias de 1471 y 1497, respectivamente. Todo cambiaría con la firma del Tratado de Paz Perpetua, firmado por Jacobo IV de Escocia y Enrique VII de Inglaterra en 1502, que ponía fin a un conflicto intermitente entre Escocia e Inglaterra que ya duraba doscientos años. Con la desaparición de la necesidad de una población entrenada militarmente, se levantó la prohibición y el golf volvió a ocupar el tiempo de ocio de los escoceses. Hasta el rey se convirtió en un asiduo de este juego.

Pero echando la vista atrás, hasta la Antigua Roma, encontramos un juego llamado paganica que podría considerarse el origen del golf. Con un palo curvo de madera se debía golpear una pelota de cuero rellena de lana o plumas muy apretadas, algo más grande que las actuales, con el objetivo de acercarla o golpear un objetivo concreto (árbol, roca…) o embocarla en un agujero. Se supone que los romanos lo introdujeron en la provincia romana de Britania, centro y sur de la actual isla de Gran Bretaña, y desde allí pasaría a Caledonia (Escocia).

El poeta del siglo I Marco Valerio Marcial lo cita en sus Epigramas:

Esta pelota (paganica) formada de plumas bien prietas, es menos blanda que un balón (follis) y menos compacta que la pequeña pelota (trigonica)

Fuentes: Encyclopedia Britannica, The Golf Professor, Golf Information,