Los asedios fueron práctica habitual para la toma de plazas o fortificaciones en la Edad Media. El cerco podía prologarse durante mucho tiempo hasta que los sitiados rindieran la plaza por falta de agua, alimentos o, simplemente, por no encontrar salida. Pero detrás de un asedio existen consecuencias, para sitiados y sitiadores, que siempre habían pasado desapercibidas. Aquí está HdH, y gracias a José Julio, para mostrar, como ejemplo, lo que ocurrió tras el asedio de Montsegur.
Con la colaboración de José Julio Gómez, podéis encontrar más trabajos en Siglo XXI
Jajaja, buena viñeta!
Ja,ja,ja menudo dolor de nunca, luego de tantos meses, ja,ja,ja
muy bueno
Abrazo
Qué lástima que en aquella época no existieran los osteópatas, ¿verdad? :O)
O los negociadores «profesionales» de la películas de Hollywood para no demorar tanto el sufrimiento de un asedio.
Un saludo
al final ninguno feliz como dice la viñeta 😉
un abrazo.
Muy muy amena, interesante e instructiva tu web.Estupendo el diseño,diáfano,limpio,intuitivo.
Vendré por aquí a menudo.Te felicito,sinceramente.
Saludos
@hermanosplantilla, muchas gracias.
Muy buenas viñetas si señor. Enhorabuena!