Wilhelm Conrad Röntgen fue un físico alemán que en 1896 produjo radiación electromagnética en las longitudes de onda correspondiente a los actualmente llamados rayos X. Aquel descubrimiento revolucionó el mundo científico hasta tal punto que al año de su descubrimiento ya se habían publicado unos 50 libros y más de 1.200 artículos en revistas científicas, siendo hoy en día uno de las principales herramientas de diagnostico de enfermedades y lesiones.

Todos los estudios y la abundante información de los rayos X contribuyeron a popularizar el nuevo descubrimiento y, como otros muchos descubrimientos, a buscarle usos alternativos. El 18 de enero de 1927, Jacob Lowe registró la patente nº US1614988 (A) «Method and means for visually determining the fit of footwear» (Método y medios para determinar visualmente el ajuste de calzado)… los llamados fluoroscope en EEUU o pedoscope en Reino Unido.

Entre 1930 y 1950 se instalaron en las mejores zapaterías estos artilugios – se calcula que en 1950 había unas 10.000 en uso – que consistían en un armario vertical de madera con una abertura en la parte inferior para colocar los pies y tres puntos de visión en la parte superior, uno para el vendedor y otras dos para los clientes a dos alturas según fuesen niños o adultos, desde los que se podía ver, gracias a los rayos X, la imagen de los huesos del pie y el contorno del zapato. Así se garantizaba que se compraba el zapato perfecto…

En la década de 1950, una serie de organizaciones profesionales médicas comenzaron a advertir de los riesgos de las exposiciones prolongadas a los rayos X. En 1957, en el Estado de Pensilvania, se prohibió el uso de los fluoroscopios, extendiéndose tal prohibición en la década siguiente a todo el país y a mediados de los setenta en el Reino Unido.

Fuentes: Universidades Asociadas Oak Ridge,