De la mano del historiador militar Rubén Sáez iniciamos una nueva sección llamada Construyendo la historia. Además de autor de varios libros, mi paisano Rubén es el responsable de Trebuchet Park de Albarracín (Teruel), un parque temático, referente a nivel internacional en el campo de la investigación y de la divulgación, dedicado a las máquinas de asedio empleadas a lo largo de la historia por los diversos ejércitos para el ataque sobre las plazas fuertes. A lo largo de la visita, el público puede contemplar un amplio repertorio compuesto por más de 50 ingenios a escala real en funcionamiento.

CATAPULTA TIPO SCORPIO (SIGLO I a.C)

La catapulta tipo scorpio suponía la más común de las piezas de artillería romana de torsión a causa de su reducido tamaño y peso, que se situaba entre los 30 y los 40 kilos. Su uso generalizado se debía a que, gracias a su peculiar diseño, era posible desmontarla en tres piezas diferenciadas. Esto facilitaba las tareas de transporte, permitiendo también su empleo en batallas campales. Estaba diseñada para arrojar flechas de pequeño tamaño, de entre 70 y 90 centímetros de longitud. Construidas en madera, se dotaban de una punta de hierro muy afilada, de modo que pudieran perforar sin ningún problema las armaduras de los soldados.

La precisión de esta máquina era tal que podía acertar sobre blancos individuales a una distancia de 500 metros. De ahí que se le apodara escorpión, por lo letal de su picadura semejante a la de este animal. El ejemplar, aquí reconstruido, corresponde a los restos arqueológicos hallados en Caminreal (Teruel) y que son los más completos de los encontrados hasta la fecha.