Yo creí­a, inocente de mí­, que la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo (Caballeros Templarios u Orden del Temple) habí­a sido disuelta por el Papa
Clemente V, presionado por Felipe IV de Francia, acusándolos de herejí­a y sodomí­a. El último gran maestre, Jacques de Molay, y varios caballeros fueron torturados hasta que confesaron su culpa. Si entrar en consideraciones sobre el proceso (falso, manipulado y dirigido), en 1312 desaparece la Orden (en otros paí­ses su disolución fue más lenta y menos radical). Cuál es mi sorpresa cuando leo esta noticia:

La Asociación Orden Soberana del Temple de Cristo, que asegura ser la heredera de los mí­ticos templarios, ha presentado una demanda contra el Papa, al que exigen la rehabilitación de la orden, suspendida por Clemente V en 1307, así­ como el reconocimiento de sus bienes incautados, valorados en 100.000 millones de euros de 2008.

La demanda, interpuesta en los Juzgados de Madrid contra Benedicto XVI por ví­a de la Nunciatura Apostólica en España, solicita la revisión del proceso que terminó con la suspensión de la orden templaria hace ya 700 años.

La denuncia, formulada en contra de la persona fí­sica del Papa como sucesor de Clemente V, y no como jefe del Estado del Vaticano, deja claro que los actuales templarios no desean la restitución patrimonial de lo expoliado en el siglo XIV, que alcanzarí­a actualmente los 100.000 millones de euros. «No pretendemos en ningún caso producir la quiebra económica de la Iglesia Romana», añade el escrito, «sino que el tribunal pueda hacerse una idea de la magnitud de la operación tramada contra nuestra Orden».

Según la Asociación Orden Soberana del Temple de Cristo, legalmente inscrita en el registro de asociaciones, los templarios tení­an censados 9.000 propiedades en toda Europa, sin contar los derechos sobre tierras, pastos, molinos y derechos portuarios, incluidos barcos de transporte y de guerra.

Menos mal que no piden la restitución económica porque serí­a la ruina para la Iglesia. Juan Pablo II ya pidió perdón por todos los pecados cometidos por los católicos y las atrocidades cometidas en su nombre.

Me surgen varias preguntas:

  • ¿Cuáles son las razones que tiene esta Asociación para proclamarse heredera de la Orden de los Templarios?
  • ¿Qué persiguen con esta demanda?
  • ¿Revisaremos todos los procesos, injusticias e irregularidades de nuestra Historia?. Menos mal que ahora los delitos prescriben, sino la inseguridad jurí­dica serí­a terrible.
  • ¿Y las atrocidades cometidas contra la Iglesia?, etc.

La dignidad y el honor (cualidades de los Caballeros del Temple) son valores que brillan por su ausencia en este mundo. Así­ que, que se dejen de chorradas y si de verdad se creen los herederos de tan nobles caballeros, su forma de actuar poco dice en su favor, sigan sus reglas:

pobreza, la castidad y la obediencia

 

Orden del Temple