Se cree que la primera ley que hizo referencia a los derechos de autor -esos derechos que dependiendo de en qué lado estés se ven de una forma u otra- fue el Estatuto de la Reina Ana de Gran Bretaña promulgado el 10 de abril de 1710. Su título original:

An act for the encouragement of learning, by vesting the copies of printed books in the authors or purchasers of such copies, during the times there in mentioned. (Una ley para el estímulo del aprendizaje, para la concesión de derechos a las copias impresas de los libros de autores o adquirentes de tales copias, durante el tiempo mencionado en ella).

Además de proteger los derechos de los autores, ya que en muchas ocasiones los editores reimprimían libros sin el consentimiento del autor y no obtenían beneficio alguno, también trataba de fomentar la lectura y facilitar el acceso a la cultura al limitar temporalmente estos derechos. La ley establecía que todas las obras tendrían un plazo de protección de 14 años que podían prorrogarse hasta los 28 si el autor continuaba vivo. Las obras que habían sido impresas antes de la publicación de la ley, independientemente de si el autor estaba vivo o muerto, tenían un único plazo de 21 años.

derechos-autor

Pero como aquí siempre tratamos de tirar del hilo hasta ver dónde llegamos, hemos encontrado una ley del siglo VIII a.C. en Síbaris (al sur de la actual Italia, en aquel momento colonia de la Magna Grecia) en la que ya se protegían los derechos de los autores. Abundancia, refinamiento (incluso se les atribuye la invención del orinal y la bañera), tranquilidad (dentro de la ciudad no estaban permitidos los gallos ni oficios como el de herrero), lujo y confort eran las señas de identidad de los sibaritas -de ahí que este término haya quedado para designar a las personas amantes de placeres exquisitos-. También eran famosos los chefs de esta ciudad por elaborar originales y sofisticadas recetas que dejarían boquiabierto al mejor gourmet. Para proteger el arte de los chefs de Síbaris, se promulgó una ley que les daba la exclusividad de explotación de sus nuevos platos durante un año. Lamentablemente, cuando en 510 a.C. los ejércitos de la ciudad de Crotona derrotaron a los de Síbaris, arrasaron la ciudad y se perdieron todas las recetas.

Os puede interesar el artículo: Cuando los derechos de autor son para echarse a reír… o llorar

Fuente: Los inventos de los antiguos.