Con la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial, la península de Corea, ocupada por los japoneses desde 1910, quedó dividida a la altura del Paralelo 38: el norte ocupado por los soviéticos y el sur por los estadounidenses. La tensión reinante estalló cuando las tropas de Corea del Norte invadieron Corea del Sur el 25 de junio de 1950. Los estadounidenses, con el apoyo de la ONU, se pusieron al frente de un ejército de aliados para echar a los norcoreanos.

En septiembre de 1950, tras el exitoso desembarco del X Cuerpo de Marines de los EEUU en Inchon , al mando del General Douglas MacArthur, y la decisiva victoria sobre el Ejército Popular de Corea, se liberó Seúl y el sentido de la guerra cambió a favor de los aliados. Parecía que la guerra tocaba a su fin…

Douglas MacArthur

Douglas MacArthur

Un mes después, en lo que se pensó que sería la ofensiva final, una fuerza de unos 20.000 soldados de las Naciones Unidas, compuesta en su mayoría por miembros del X Cuerpo de Marines y algunos efectivos del Ejército Británico se desplegaron alrededor del embalse Chosin, un lago artificial situado en el noreste de la península coreana en las montañas Hamgyong que suministraba energía hidroeléctrica. Lo que los aliados no sabían era que China se había movido… casi 100.000 efectivos del Ejército de Voluntarios del Pueblo (PVA) habían atravesado la frontera para ayudar a Corea del Norte. Los efectivos de Naciones Unidas desplegados en Chosin se vieron rodeados por ocho divisiones chinas (unos 80.000). A la superioridad numérica hubo que añadir un frente frío siberiano con temperaturas extremas de hasta -37°; los alimentos, los suministros médicos y las baterías se congelaban, las armas se encasquillaban, los soldados morían por congelación…

Chosin

Los aliados se defendieron una y otra vez de las ofensivas chinas. Los proyectiles de los obuses se agotaban y solicitaron por radio que se enviasen más Tootsie Rolls (nombre en clave de los proyectiles) lanzados en paracaídas. Cuando las cajas cayeron del cielo…

Tootsie Rolls

Algún soldado novato encargado de los suministros había interpretado la petición de Tootsie Rolls literalmente  en lugar de su nombre en clave, y había enviado caramelos en lugar de los proyectiles. Después de la sorpresa y la indignación al abrir las cajas, aquellos caramelos de chocolate se convirtieron en un regalo de cielo para las hambrientas tropas y durante algunos días fueron su único alimento -el chocolate aporta grasas, proteínas, carbohidratos y minerales-. Además, al estilo MacGyver, los calentaban y moldeaban para tapar agujeros en bidones o tanques de combustible que al congelarse sellaban las fugas.

Según Ray Downs, veterano de la guerra de Corea

No hay un solo infante de marina que sirviese en Corea, que no se quite el sombrero ante un Tootsie Roll.

Después de 16 días de asedio, las tropas aliadas consiguieron romper el cerco y retirarse hacia el puerto de Hungnam. Aunque para China fue una victoria, las bajas sufridas por los chinos fueron mucho más numerosas que las de Naciones Unidas.

Fuentes: CNN, American Handgunner