Para castigo del orgullo del Papa Luna, algún día, con su cabeza jugarán los niños a la pelota.

Así de profético, y acertado, se mostraba San Vicente Ferrer respecto del futuro de Benedicto XIII, el Papa Luna. Tras la muerte de éste, su cuerpo fue embalsamado y a petición de su familia trasladado a su lugar de origen, Illueca (Zaragoza). Permaneció en el castillo de la noble familia de los Luna hasta que en el siglo XVIII, en plena Guerra de Sucesión española tras la muerte sin descendencia de Carlos II, tropas francesas asaltaron el castillo y profanaron su tumba. Lo único que se pudo recuperar fue su cráneo que por temas de bodas, herencias y sucesiones pasó a formar parte del patrimonio del conde de Argilio y fue depositado en el palacio de Saviñán (Zaragoza) donde permaneció hasta el 7 de abril de 2000… cuando fue robado.

Papa Luna

Un palacio sin protección y muy deteriorado es una provocación para los amigos de lo ajeno. Robaron el cráneo del Papa Luna y –¡agárrense fuerte!– solicitaron un rescate al alcalde de Illueca con este mensaje (literal)…

Hola siquereis la cabeza del papa luna rebelar las fotos y la bereis ya me pondre en contazto con bosotros. Me llamo Jose Antonio el coleccionista.

Como prueba aportaban un carrete con fotos del cráneo. Todavía hubo dos mensajes más (reproduzco literalmente uno de ellos)…

ola señor Javier como usted ya sabra tengo en mi poder el craneo asi que esijo un miyon de pesetas. No yame a la policia ni tampoco a antena 3 ya que estos se han burlado de mi forma de escrivir

Incluso se llegó a concertar un encuentro para hacer el pago, pero al final se echaron atrás. Tras cinco meses de pesquisas, la Guardia Civil encontró el cráneo escondido en una casa de campo, a muy pocos kilómetros del lugar del robo, y consiguió detener a los ladrones… S.M.M. de 22 años y O.M.M, menor de edad. El cráneo fue sometido a varias pruebas científicas que determinaron que era de la época en la que vivió Benedicto XIII; además, el Gobierno aragonés lo declaró Bien de Interés Cultural (BIC) con lo que se impide que pueda ser vendido ni que pueda salir de España.

Fuente: «De lo humano y lo divino«