Kiss my ass (bésame el culo) fue la respuesta literal, e impresa en una carta con el membrete oficial, del Fiscal General de Alabama ante las amenazas del Ku Klux Klan.

En 1970, con apenas 29 años y poco después de ser elegido Fiscal General de Alabama, Bill Baxley reabrió el caso 16th Street Baptist Church. El 15 de septiembre de 1963, una explosión en la Iglesia Baptista de la calle 16 de Birmingham (Alabama) mataba a cuatro niñas negras de entre 11 y 14 años: Addie Mae Collins, Cynthia Wesley, Carole Robertson y Denise McNair. Aquella atrocidad sólo podía ser obra del Ku Klux Klan… incluso se llegó a procesar a uno de sus miembros, Robert Chambliss, pero fue encontrado no culpable de asesinato y sólo se le impuso una multa de cien dólares y una pena de prisión de seis meses por tenencia de 122 cartuchos de dinamita. Aunque aquel miserable acto marcó un punto de inflexión en el Movimiento por los Derechos Civiles y contribuyó a la aprobación de la Ley de Derechos Civiles de 1964… los asesinos seguían en libertad.

Hasta que en los años 70, Bill Baxley decidió reabrir el caso. Lógicamente, las reacciones no se hicieron esperar… Edward R. Fields, fundador del National States Rights Party (partido antisemita, racista y opuesto a la integración racial) y Gran Dragón del Ku Klux Klan, le envió una carta amenazándole. La respuesta de Bill no dejaba lugar a dudas:

Querido «Dr.» Fields:

Mi respuesta a su carta del 19 de febrero de 1976, es – bésame el culo.

Atentamente,

Bill Baxley
Fiscal General

En noviembre de 1977, Chambliss, con 73 años, fue juzgado de nuevo por el atentado en la Iglesia, declarado culpable y condenado a cadena perpetua. Murió en una prisión de Alabama el 29 de octubre de 1985. El 18 de mayo de 2000, el FBI acuso a tres integrantes más del Ku Klux Klan como autores materiales del crimen: Cash Herman, Blanton Thomas y Cherry Bobby. Cash había muerto pero Blanton y Cherry fueron detenidos, y ambos fueron juzgados y condenados.

Fuentes e imágenes: 16th Street Baptist Church bombing, Kiss my ass