Este post está dedicado a la Mujer Trabajadora y, lógicamente, incluyo a las amas de casa.

El pasado 27 de febrero se cumplió el centenario de la promulgación de una ley en nuestro país… la ley de la silla. Tras esta ley se encontraba la madrileña María de Echarri. Desde su labor de periodista, escritora y política puso su persona y su pluma al servicio de la gente obrera, en especial de la mujer obrera, defendiendo un feminismo vinculado a la Iglesia. Fue Secretaría General del Sindicato Católico Femenino y redactora de la revista La Mujer y el Trabajo. Desde sus cargos públicos, Concejal del Ayuntamiento de Madrid en 1924 y en la Asamblea Nacional en la sección de Cuestiones Sociales, Beneficencia y Sanidad en 1927, siguió luchando por las mejoras sociales que humanizaban el trabajo de la mujer, su derecho a la sindicación, y su derecho a igual retribución que el hombre en igualdad de condiciones laborales.

Mujer Trabajadora

Uno de estos logros, que humanizaban el trabajo de la mujer, fue la ley de la silla por la que los empresarios debían proporcionar una silla a todas las mujeres que trabajan en la industria o el comercio para que pudiesen sentarse a descansar. El problema es que tras este reconocimiento de una legislación laboral específica para la mujer, subyace un reconocimiento de la debilidad de la mujer. Esta ley se basaba en un estudio del Instituto de Reformas Sociales en el que se detallaba que trabajar muchas horas seguidas de pie podía producir deformaciones en la pelvis y, con ello, problemas en su capacidad reproductora… el trasfondo de esta ley no era el beneficio de la mujer sino un modelo de sociedad.

Antes de esta ley hubo un movimiento social en Barcelona, llamado la Liga de Compradoras, en favor de los derechos de las mujeres trabajadoras. Se elaboró una lista blanca en la que se incluían las industrias y comercios que no obligaban a trabajar hasta más tarde de las 20 horas ni en las festividades religiosas y que, además, permitía sentarse a sus empleadas mientras no tuviesen trabajo que las obligase a estar de pie. Al resto… boicot a sus productos.

Fuentes e imagen: ¿Protección o discriminación? A propósito de la ley de la silla, Mujeres escritoras en la prensa del siglo XX – Carmen Ramírez Gómez, Institución Teresiana, Numanguerrix