La Exposición Iberoamericana de Sevilla, desde el 9 de mayo de 1929 hasta el 21 de junio de 1930, promovida por Luis Rodríguez Caso y un grupo privado, sólo pudo obtener financiación para el 50% del presupuesto total del proyecto (unos 80 millones de pesetas), por lo que tuvieron que recurrir a las ayudas institucionales. Alfonso XIII, entre otras medidas, autorizó la emisión de una colección de sellos de 1, 4 y 10 ptas. en los que se representa el cuadro de Goya «La maja desnuda«.

Era el primer sello en el que aparecía un desnudo femenino y, lógicamente para la época, fue un escándalo… y un éxito de ventas. Según cuenta la leyenda de este sello, para las sociedades tan puritanas como la americana, y de otras países, no se podía tolerar tal atrevimiento. Las cartas que salían con este sello… eran devueltas.

Aunque según cuenta el vicepresidente de la Sociedad Filatélica de Madrid, Eugenio de Quesada, en su libro La leyenda de «la maja desnuda» no se han encontrado ninguna de esas cartas devueltas.

Fuentes e imagen: SOFIMA,