Esto no es una leyenda urbana, ni una historia de cine que se quedó en «agua de borrajas», es la historia del cómo, el por qué y el para qué de Superzebraman, de Javier Urtasun, la primera coproducción hispano nigeriana de la historia en Nollywood (Nollywood es el sobrenombre por el que se conoce a la industria local por ser la 3ª a nivel mundial, tras Hollywood y Bollywood). En tres post os contaremos la historia de la película, la parte detrás de las cámaras: anécdotas divertidas, momentos desesperados y, al final, el estreno.

La Idea.

Aquella mañana de enero de 2009. tratando de superar la depresión post vacacional, me puse a mirar destinos para mis vacaciones de agosto haciendo bueno el dicho de “hombre previsor vale por dos”. El año anterior había estado en Ciudad Juárez y este año también quería que fuese especial…Decidí ir a África.

Lo primero que me vino a la mente fue Sudáfrica, con esos paraísos del Surf. Me parecía una opción excelente. Unas vacaciones deportivas. Relajándome al sol, haciendo la vida sana que trataba de llevar en Barcelona y que nunca ponía en practica. Era lo que necesitaba…

Tras la euforia inicial, comencé a reflexionar. Era la primera opción y pintaba bien para lo que acostumbro a organizar. Era una decisión cabal, inteligente y apetitosa… pero no me acababa de cuadrar…¿de verdad buscaba en este momento estar tumbado al sol rodeado de turistas inteligentes y sabios?¿Iba a ser esto especial o simplemente divertido? ¿igual sería tan perfecto que luego no querría volver a la vida real? Y es que volver a tener depresión postvacacional no entraba en mis planes. Buscaba precisamente salir de ella.

El surf es un grandísimo deporte, seguramente el mejor. Pero no era la terapia que Ciudad Juarez me había dado y que ahora quería repetir. Te permite interactuar con la naturaleza, conocer lugares chulisimos, relajarte, estar en forma, ver chicas guapas, pero aunque parezca increíble, Ciudad Juarez me dio mucho más.

Y es que en las vacaciones pasadas me sentó muy bien vivir la locura de la guerra de narcos. Aunque suene paradójico, a posteriori generó en mí un relax y unos pensamientos que trascendieron a las vacaciones durando todo el año. Y eso para unas vacaciones es mucho. Me enseñó que la sociedad puede y debe cambiar para adaptarse. Que todo es relativo y que la vida prevalece por encima de todo. Me reveló que lo que en un lado llamamos tragedia, en otro es simple desgracia, en otro castigo, y en otro, al final y por pura supervivencia, lo más normal del mundo. Y a la inversa. Lo que en uno es minima tontería, en otro es grave tragedia. Léase asesinatos, corrupción, homosexualidad o religión. Y la cuenta seguiría con perros, vacas, cerdos y sus respectivos continentes y países.

Y es que al final es el conjunto de personas que forman una sociedad los que acaban definiendo qué es normal y qué no. Por eso, a mi me encanta ir a estos sitios tan diferentes al mío. Hablar con gente convencidísima de algo y pensar que en otra parte del planeta hay un tío que piensa totalmente lo contrario y está convencidísimo es un buen ejercicio. Te genera una fuerza extraña. Te convence de que la mitad de los problemas son imaginarios. Y eso mola. La humanidad tiene un punto de locura que es necesario analizar y estoy convencido que darse cuenta de ello es la clave para no acabar haciendo algo grave contra alguno de tus semejantes.

Por eso unas vacaciones así pueden hacer parecer toda tu vida anterior un cuento, y toda tu vida futura una peli en 3D. Por eso a este nuevo viaje había que pedirle más. Ahora era el momento de vivir emociones fuertes y debía ser el inicio de una nueva etapa vital. Por eso decidí seguir pensando. África tenia que tener otras opciones.

Los astros se alinearon cuando me vino a la mente que Nigeria era la 3ª industria cinematográfica a nivel mundial. El dato salió así, de repente, el solito, no fue un artículo que leí de casualidad en el periódico ese día como pasa en otras ocasiones. No, estaba ahí, en mi mente, desde hacia mucho, anclado a ella gracias a mi pasión por el cine, como diciendo ¿que no sabes a donde ir? Qué poca imaginación. Busca tu destino a través de aquello que más te gusta, el cine. Ah! coño, es verdad, porque… ¿allí se hace cine? Ah! claro en Nigeria. Si buscaba un lugar en el que la locura fuese superior a la mía, anhelando por unos fugaces instantes sentirme racional, serio y formal, este era perfecto. Olé. Venga ya está, me voy a ver el rodaje de una película al estilo Nollywood.

Así me puse a buscar información sobre directores y producciones de Nollywood. Al encontrarla todo cambió: ¡rodaban pelis en 6 días y por 2000 dólares! Yo tenia 15 de vacaciones y una cantidad de dinero parecida ahorrada para un portátil…¡Podía hacer una película! Mi sueño al alcance de la mano.

Y es que hacer cine es y será un sueño para mi. Me evade, escribiendo guiones me permito crear nuevos mundos o ir al futuro o al pasado y jugar a los adivinos planteando situaciones, y reflexionar y pensar en cómo actuamos, pero sobretodo, actuar de un modo surrealista y loco y que eso este justificado. Y eso para los que amamos la psicodelia, tiene un gran atractivo.

Poder entrar en un mundo donde todo nuestro inútil talento de golpe cobra sentido es un auténtico sueño. Y es que si el cine tiene la función de ayudar a evadirse a los abnegados ciudadanos que luchan por levantar el país cada día, crear situaciones surrealistas está justificado e incluso es necesario.

Está claro que el cine puede ser mucho más. Si dentro metes un mensaje que de otra manera el espectador se niega a ver o recibir, mejor que mejor. Ahí ya eres un artista, o mejor dicho, un científico. Porque de ciencia el cine tiene un rato. Pero incluso si no te ves con todo ese power todavía, y sólo sabes hacer el payaso, el cine también tiene sentido. Porque ni la versión más restrictiva ni la mirada más rancia hacia el cine ha podido nunca negar su función como entretenimiento. Y quedémonos con “ha podido nunca negar su función”…Yo quería ser funcional desde pequeño, por eso ahora no iba a dejar pasar la ocasión de ser útil por fin y entretener a las masas, aunque fuese con la peor película de la historia.

Ya tenía mi primer proyecto empresarial: hacer una película en Nollywood y grabarlo todo para posteriormente contarlo al mundo. Casi nada, una película y un documental para empezar la carrera de un tipo que no había hecho ni un solo corto serio en su vida. Pero ¿Quién dijo miedo?

Tenia ante mí la posibilidad de hacer algo que se saliese del marco establecido (aunque fuese por mala), sin atacar absolutamente a nadie, con un toque demasiado friki como para que ya estuviese hecho y además barato. Ya sabía que la calidad cinematográfica del proyecto podía llegar a ser muy mala, pero el interés a nivel empresarial tenía sentido. Y eso me daba confianza.

Nollywood, con sus bajos precios, más allá de un escenario donde rodar un loco documental, era un ejemplo empresarial a seguir, o por lo menos un caso de estudio relevante. Cuando yo estudiaba Administración de Empresas había una frase que decía “una buena estrategia convierte las amenazas en oportunidades y los puntos débiles en ventajas competitivas”. Y eso es lo que habían hecho en Nigeria. Convertir su atraso tecnológico y su color en ventaja competitiva para derrotar al todo poderoso Hollywood haciendo pelis baratísimas con una temática local sin parangón. Si Hollywood era una maquina impresionante, nosotros Íbamos a juntarnos con los tios que habían acabado con su mercado en África.

La peli podía acabar siendo una mierda, pero la experiencia merecería correr el riesgo. Además, seguro que algo aprendería de cine, de empresas y de gastronomía, y las vacaciones serian fantásticas. No había dudas.

Me puse como un loco a pensar en quién conocía que hubiese estado en Nigeria…ummm…ummm…pues a nadie…ummm. Y le pregunto a un colega, y a otro. Y si lo piensas…¿Conoces a alguien que haya estado en Nigeria? Pero espera…un día hace tres años oí en la radio que en el festival de cine de alguna isla en las Canarias le habían dado el premio opera prima a una chica belga que tras conocer un videoclub estilo Nollywood decidió irse a Nigeria a investigar sobre el tema…pero su nombre era…y el festival era…bueno vamos a poner a prueba Google…metemos Nollywood Canarias y …Premio…¡anda sale el nombre de la chica!…vamos a darle una vuelta de tuerca, voy a buscar el nombre de la chica en Facebook… pongo su nombre y…aparece sólo una persona, vale, voy a escribirle, en inglés claro, le escribo, son las 11:01 del miercoles 21 de enero de 2009 en la oficina….11:57 me responde la chica en castellano, diciéndome que había vivido en Barcelona 5 años y que me pasaba todos sus contactos…Así ya no había excusas, le dije a mi jefe que lo dejaba y una semana más tarde, día 28 de enero iba por última vez a mi trabajo para dedicarme a partir de entonces en exclusiva a Superzebraman, la primera coproducción hispano nigeriana de la historia…