En 1913 Madrid contaba con 600.000 habitantes y el transporte en superficie (tranvía, carretas…) comenzaba a mostrarse insuficiente. Así que, los ingenieros Carlos Mendoza, Miguel Otamendi y Antonio González Echarte idearon y diseñaron el primer transporte suburbano de Madrid, y de España. Inicialmente la propuesta no tenía muchos adeptos – el eterno problema de los pioneros – y un alto coste para ponerlo en marcha (8 millones de pesetas).

Sólo el Banco de Vizcaya se interesó en el proyecto y aportó 4 millones con la condición de que el resto lo aportasen los beneficiarios del Metro, los madrileños. Se pusieron manos a la obra y, a duras penas, pudieron reunir otros 3 millones… sólo faltaba uno.

Alfonso XIII creía en este proyecto y aportó el millón que faltaba, pero con la condición de ser el primer viajero.

El 24 de enero de 1917 se creó la Compañía Metropolitana Alfonso XIII. Los trabajos comenzaron el 17 de julio del mismo año. La primera línea entre Puerta del Sol y Cuatro Caminos – con casi 4 km, 8 estaciones y 10 minutos de trayecto -se inaugura por el rey Alfonso XIII el 17 de octubre de 1919.

El billete costaba 15 céntimos y el monarca pagó 1 millón de pesetas.

Fuente: Menudas historias de la historia – Nieves Concostrina, Wikipedia, EsMadrid